Ecuador se enfrenta a una grave crisis energética que ha sumido al país en la oscuridad y ha generado descontento en la sociedad. Aún no se comprende completamente la magnitud de la crisis que afecta al sector energético ni se han identificado claramente a los responsables. Sin embargo, las decisiones del Gobierno dejan pistas de la gravedad de la situación y la urgencia de encontrar soluciones.

En este contexto, wwww.ecuadorenvivo entrevistó al asambleísta del PSC, Otto Vera, quien compartió su perspectiva sobre las medidas anunciadas por el Gobierno, las posibles soluciones y las implicaciones políticas.

“Una de las opciones, a corto y mediano plazo, es buscar aliados. No basta con cruzar los dedos y esperar; necesitamos un enfoque diplomático renovado. “.

• ¿Cuál es su opinión sobre las medidas anunciadas por el Gobierno?

La gravedad de la crisis se pone de manifiesto al llegar al extremo de suspender actividades, sabiendo que cada día de trabajo en Ecuador genera no menos de 400 a 500 millones de dólares. La pérdida de dos días de actividad implica un impacto económico que oscila entre los 700 y 1000 millones de dólares. Esto representa aproximadamente un punto porcentual del Producto Interno Bruto (PIB). Si consideramos que se esperaba un incremento del 0.8% para fin de año, queda claro que este crecimiento ya no se materializará debido únicamente a dos días de inactividad.

• ¿Cuál es la salida?

Esta crisis demanda urgentemente una salida viable. Una de las opciones, a corto y mediano plazo, es buscar aliados. No basta con cruzar los dedos y esperar; necesitamos un enfoque diplomático renovado. Aunque la diplomacia está debilitada, debemos reactivar los lazos internacionales con nuestros países hermanos, que actualmente nos han cerrado las puertas debido a una gestión diplomática deficiente.

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Otras alternativas:

Sin energía eléctrica debido a la escasez de lluvia, debemos explorar alternativas de generación local. Es imprescindible considerar la inversión de aproximadamente 200 millones de dólares en generación independiente, aunque esta medida solo aliviará temporalmente la crisis. Esta solución de corto plazo podría reducir los cortes de energía, pero no resolverá el problema de manera definitiva.

Por último, a largo plazo, se necesita invertir alrededor de 700 millones de dólares en la infraestructura hidroeléctrica del país para garantizar un suministro estable de energía. Además, debemos enfocarnos en alternativas de generación como la energía fotovoltaica, respaldada por una ley aprobada recientemente por la Asamblea. Sin embargo, es crucial que el Ejecutivo agilice la implementación de regulaciones que permitan la captación de inversiones, ya que la ley aprobada hace más de un mes y medio aún no cuenta con un reglamento operativo.

• ¿Cuál es su valoración respecto a las acusaciones de ocultamiento de información por parte de la exministra y otros altos funcionarios?

No es posible ignorar que Ecuador enfrenta una grave escasez de energía eléctrica. La demanda, que alcanza aproximadamente los 4700 MW, contrasta significativamente con la capacidad de generación en condiciones normales, que ronda entre los 600 y 700 MW diarios. El sol no se puede tapar con un dedo. Este desequilibrio evidencia una omisión considerable en el sistema energético del país.

Yo no creo que haya habido ocultamiento, la información siempre ha sido transparente; las cifras estaban -hace unas horas – en el sistema nacional de información pública.

Creo que el presidente debe ir más allá. Si afirma que hay sabotaje, debe identificar a las personas involucradas. Hay rumores internos que sugieren que hay individuos dentro de la CELEC están usando esto como mecanismo de presión. Es importante investigar.

¿Inseguridad se resolverá con aprobación de la consulta popular?

• ¿Esta crisis afecta el panorama político?

Claramente, sí. La gestión del presidente de la República generaba grandes expectativas en los ciudadanos. Sin embargo, estos últimos errores, especialmente la injerencia en territorio extranjero que ha provocado rupturas diplomáticas, han afectado esta percepción positiva. El riesgo de aislamiento internacional es real y las consecuencias podrían traducirse no solo en sanciones energéticas, sino en sanciones económicas que impactarán negativamente en el país.

• ¿Afectará la consulta?

La consulta es crucial para el país, sin importar los problemas que pueda enfrentar el Gobierno, el pueblo debería respaldarla. Lamentablemente, se pone en riesgo debido a que, como siempre he mencionado, la credibilidad del gobierno va de la mano con el éxito de la consulta popular.

Aunque inicialmente, según los números que manejamos, parecía que la consulta tendría un respaldo mayoritario, los eventos recientes han generado dudas. Algunos opinan que el descontento puede superar las aspiraciones ciudadanas.