Estamos sufriendo el repetirse la pugna entre dos principales funciones del Estado. La anterior, luego del efímero e inicial entendimiento del elegido G. Lasso, J. Nebot y el prófugo R. Correa, fue por retroceso del primero y el éxito de la vacunación contra el Covid que logró el ya posesionado Presidente Lasso, subiendo al 70% su popularidad. Por ello, las huestes legislativas controladas desde Mocolí y Bélgica, contratacaron al Ejecutivo con tal virulencia que nos llevó a la inédita “muerte cruzada”.
Como consecuencia de esta última y luego del impensado triunfo del actual presidente Daniel Noboa A., quien con su juventud y propósitos del “pro”, desechando todo lo “anti”, se consolidó -con los comandados por Nebot y Correa- el triple amplio entendimiento que G. Lasso repudió y le costó lo ya tan conocido. Fue así que tal inicial armonía produjo la aprobación por parte de la Asamblea de varios muy importantes proyectos de Ley enviados por el novel Presidente Noboa, el que subió su aceptación popular a más del 70%, al igual que la Asamblea, aunque ésta no en tan altos niveles.
Pero como “En la casa del pobre la alegría dura poco” ésta se rompió cuando las dos fuerzas políticas que en ese campo masacraron a G. Lasso revelaron su propósito mayor: La impunidad;
revelándose ésta en una trama internacional con Morena, organización política que rige el aún presidente de la hermana nación que es México, conocido como AMLO, quien convirtió a ese gran país en refugio de casi todos los sindicados y sentenciados por delitos fiscales en Ecuador y que pertenecen a su afín corriente, el socialismo del siglo XXI.
En lo anterior se incluyó el refugio de un doblemente sentenciado y actualmente enjuiciado ex vicepresidente de Ecuador, quien abusando de su libertad condicional obtuvo hospedaje en la embajada mexicana de Quito y luego un apresurado e imperfecto asilo, que en una suerte de complicidad, abusivamente el gobierno mexicano le otorgó al reo J. Glas E.
El responsable impedimento del novelesco “rescate” aéreo que el gobierno mexicano intentó hacer del reo, y su legal captura por las fuerzas del orden de este país, rompió la tal armonía entre Nebot y Correa -deseosos de esa impunidad- con el Presidente D. Noboa y su gobierno, repitíendose insisto, en lo que señalé al inicio con G. Lasso, la virulenta oposición que presenciamos y que tanto perjudica a los intereses de todos los ecuatorianos. La piedra en el zapato ahora es Jorge Glas E., a quien conocí y traté en su juventud, al igual que a su famoso difunto tío. Algún día les contaré esa historia.
Las consecuencias de esta pugna son las que vivimos: Emigración, inseguridad, desocupación y clamor ciudadano; lo que nosotros mismos deberemos corregir en las próximas elecciones, no volviendo a elegir a quienes ya expulsamos de la función pública. No hay mejor remedio que una responsable decisión el supremo momento de rayar la papeleta. ¡Hagámoslo como debe ser, pensando en este presente y en el futuro de nuestras descendencias! ¡No hay más!
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