Peces de la Amazonía exhiben concentraciones de metales pesados que superan los estándares recomendados

Feb 23, 2024

El Amazonas es el ecosistema de agua dulce con mayor biodiversidad del mundo.  Sin embargo, su supervivencia, como el de sus innumerables habitantes  se ve amenazada   por el creciente impacto de la contaminación, principalmente derivada de la minería, la extracción de petroquímicos y la deforestación. Es especialmente preocupante  el aumento de  mercurio (Hg) en la cuenca amazónica, que ahora asciende a más de 800 toneladas anuales, la mayor parte de las cuales se vierten al ambiente durante la extracción y refinamiento de oro. 

Un estudio desarrollado por investigadores de la Universidad de Las Américas, en colaboración con WWF Ecuador,  el Instituto Nacional de Biodiversidad (INABIO) y el Royal Ontario Museum, con el financiamiento de la Cooperación Belga de Desarrollo (DGD), revela patrones de acumulación de metales pesados en peces de las cuencas hidrográficas de los ríos Napo y Pastaza, incluidos los ríos Aguarico, Cuyabeno y Bobonaza, que sugiere una relación con la extracción industrial y artesanal de recursos naturales. La investigación aborda cómo la contaminación y la acumulación de metales pesados, provenientes de la minería, la agricultura y la industria, están afectando a estas cuencas fluviales.

Dentro de esta investigación, se analizaron 360 especímenes de peces  que representan 58 especies, y se evaluó la concentración de 11 metales (Aluminio, Arsénico, Cadmio, Cromo, Cobre, Helio, Manganeso, Niquel, Plomo, Zinc y Mercurio). Los resultados revelan que 15 especies  y 53 especímenes individuales de peces exhiben concentraciones de metales pesados ​​que superan los estándares recomendados, con niveles elevados de Aluminio (Al), Arsénico (As) y Mercurio (Hg). El estudio confirma, además, que  los peces en la Amazonía tenían más riesgo de tener metales pesados durante la temporada de aguas bajas (de diciembre a febrero).

La contaminación de la dieta con metales pesados plantea amenazas particulares para los humanos y la biodiversidad. Esto es importante porque muchas personas en la Amazonía, especialmente poblaciones  indígenas y rurales, dependen de estos peces para su comida,  lo que puede poner en riesgo su salud en caso de superar una ingesta diaria de pescado de 0,46 kg.

Varios estudios en América del Sur tropical han documentado la contribución de la reciente y rápida expansión de la extracción artesanal e industrial de petróleo, oro, hierro y cobre a una contaminación ambiental generalizada con Arsénico (As), Cadmio (Cd), Cromo (Cr), Cobre (Cu), Mercurio (Hg), Níquel (Ni), Plomo (Pb) y Estaño (Sn). La contaminación por mercurio  es la más preocupante, ya que se asocia con el deterioro de la función cardiológica y neurológica, una actividad enzimática reducida y un aumento del estrés oxidativo, especialmente en las mujeres. Otros efectos documentados de la acumulación de estos metales son el incremento en el riesgo de cáncer de pulmón, teratología fetal, convulsiones y pérdida de audición en la infancia, e insomnio en adultos, pérdida de memoria y daños al sistema nervioso central y a los riñones.

Esta contaminación afecta, además, a poblaciones de peces y cetáceos de agua dulce según el último reporte de la Iniciativa de Delfines de Río de Sudamérica.   Los delfines  Bufeo (Inia geoffrensis) y  Tucuxi (Sotalia fluviatilis) son dos de las  especies severamente amenazadas en la Amazonía ecuatoriana. Pese a que los efectos de la contaminación de los ríos en los delfines todavía se desconocen, se sabe que el mercurio y otros metales pesados pueden impactar el hígado, riñones, cerebros y sistema reproductivo de los cetáceos.

Los metales pesados ​​ingresan a los ecosistemas amazónicos a través de fuentes antrópicas, así como de la erosión geológica y el vulcanismo de origen natural. Las actividades mineras no solo elevan los niveles de metales pesados del suelo en el que desarrollan, sino que también impulsan la deforestación, lo que reduce la materia orgánica del suelo y aumenta su acidez, la erosión y la exposición a los rayos UV y temperatura. 

Los ríos abordados en este estudio son ríos de origen andino de la Amazonía occidental,  conocidos por su diversidad de peces excepcionalmente rica y por su papel vital en sostener a las comunidades indígenas a través de la proteína de pescado.   Por otra parte, el legado de la extracción de recursos a escala industrial se remonta a más de un siglo, especialmente en la cuenca del río Napo en Ecuador.

Este estudio proporciona, una base crucial  para el manejo sostenible de los recursos de agua dulce en el Ecuador.  Las instituciones involucradas han establecido el compromiso de monitorear y complementar la información para documentar de manera sostenida e integral los impactos persistentes de la contaminación por metales pesados ​​en la región amazónica ecuatoriana y la Amazonía occidental en general.  WWF, a través de su Programa de Agua Dulce y con el apoyo de la UDLA y el INABIO, desarrolla con base a esta información, estrategias de manejo a escala nacional y local para reducir la incidencia de la contaminación por metales pesados en la salud humana y de la biodiversidad. 


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