El cambio de estación trae consigo una oportunidad para revitalizar y proteger la piel, especialmente tras los meses de exposición al sol y otros factores externos que pueden afectar su salud y apariencia.
El otoño, caracterizado por una disminución de las temperaturas y la humedad ambiental, representa el momento perfecto para enfocarse en la renovación profunda de la piel. Este órgano vital, que actúa como una barrera protectora frente a elementos externos, es susceptible a cambios debido a factores como la temperatura, el viento, el sol, la contaminación, el estrés y la falta de sueño, así como los hábitos de estilo de vida y la salud en general.
Según el médico dermatólogo, Christian Sánchez Saizar, miembro de la Sociedad Argentina de Dermatología (SAD), la deshidratación y la aparición de manchas y arrugas de expresión son señales de alerta que indican la necesidad de cuidados especiales para la piel.
Para abordar estas necesidades, es crucial consultar a un especialista que pueda realizar un examen personalizado y determinar los tratamientos más adecuados para cada tipo de piel.
Durante los meses más fríos, se pueden aprovechar los beneficios de ciertos activos cosméticos y tecnologías, como determinados tipos de láser y ácidos, que son más efectivos en esta temporada. La combinación de tratamientos, como señaló la médica especialista en cirugía plástica y estética, Griselda Seleme, puede brindar resultados excepcionales.
El médico dermatólogo Lucas Ponti destaca la importancia de comprender que la piel es un órgano dinámico y adaptable, que puede experimentar cambios significativos durante las vacaciones y los cambios de estación.
En el contexto del otoño, la dermatocosmiatra Paulina Sayd advierte sobre los efectos del aire frío y los cambios bruscos de temperatura, que pueden causar deshidratación y dejar la piel más vulnerable a los factores ambientales.
La médica cirujana estética Johanna Furlan recomienda ajustar la rutina de cuidado de la piel para combatir la resequedad y la irritación, sugiriendo el uso de productos hidratantes y la evitación de ingredientes que puedan irritar la piel.
En resumen, el otoño es el momento perfecto para cuidar y revitalizar la piel, adoptando una rutina de cuidado adaptada a las necesidades específicas de cada individuo y brindando a la piel la protección y nutrición que requiere para mantener su salud y vitalidad.
