Lo que tus mocos pueden revelar sobre tu salud

Jul 17, 2025

En la antigua Grecia, los mocos no eran solo una molestia. Eran parte de una compleja teoría médica: los “cuatro humores”. Según Hipócrates, la flema, junto con la sangre, la bilis amarilla y la bilis negra, determinaba no solo la salud física, sino también la personalidad. Un exceso de flema, por ejemplo, hacía a las personas frías, distantes y hasta enfermizas durante los meses húmedos y fríos.

Hoy sabemos que esto no es cierto, pero los mocos siguen siendo esenciales para protegernos. Son una barrera natural que mantiene fuera bacterias, virus, polvo y contaminación. Nuestro cuerpo produce más de 100 mililitros diarios de esta mucosidad, que junto a las vellosidades nasales, forma la primera línea de defensa de las vías respiratorias.

El moco cambia según lo que enfrentamos:

  • Transparente: alergias o polvo.
  • Blanco: presencia de virus.
  • Amarillo o verde: glóbulos blancos muertos combatiendo infecciones.
  • Rojizo: irritación o pequeñas hemorragias nasales.

Más allá de lo que vemos, los mocos albergan un microbioma único, distinto en cada persona. Su composición puede depender del sexo, edad, dieta o incluso del hábito de vapear. Según expertos como Daniela Ferreira, de la Universidad de Oxford, este microbioma es clave para protegernos y podría potenciarse mediante esprays nasales probióticos, tal como hoy se consumen probióticos para el intestino.

Estudios recientes apuntan a que este microbioma influye incluso en la eficacia de las vacunas, como las de la covid-19. Se investiga cómo reforzar esta flora nasal para mejorar las defensas naturales y evitar futuras infecciones respiratorias.

El potencial diagnóstico de la mucosidad ha dado origen a tratamientos innovadores:

  • En Suecia, trasplantes de mocos de personas sanas a pacientes con sinusitis crónica redujeron los síntomas hasta en un 40%.
  • En Estados Unidos, Jennifer Mulligan, especialista en otorrinolaringología, lidera estudios donde el análisis del moco permite diagnosticar enfermedades nasales sin cirugía. Sus investigaciones ayudan a identificar tratamientos más efectivos y personalizados.

También se están desarrollando herramientas tecnológicas, como micromuestreadores nasales para obtener muestras precisas de fluido y facilitar investigaciones a gran escala. Estos avances podrían ayudar a detectar desde asma y EPOC hasta cáncer de pulmón y enfermedades neurodegenerativas.

Incluso hay estudios que usan la mucosidad para medir exposición a la radiación y contaminantes ambientales, lo que refuerza su papel como indicador del estado de salud.

Un futuro personalizado gracias a los mocos

Mulligan lo resume así:

Los mocos son el futuro de la medicina personalizada. Nos revelan lo que ocurre no solo en la nariz, sino también en los pulmones y en todo el sistema inmunológico.”

Este avance apunta hacia diagnósticos más rápidos, menos invasivos y tratamientos más eficaces. Aunque en la antigüedad creían que los mocos definían el carácter, hoy sabemos que sí dicen mucho… pero sobre nuestra salud.



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