Diego Torres Hadathy – Corresponsal en Estados Unidos
“No habrá fondos mientras sigan enseñando odio”, dice un anuncio que se repite constantemente en redes sociales en Estados Unidos. El promotor del aviso es el Ministerio de Relaciones Exteriores de Israel, uno de los principales aliados de los norteamericanos en Oriente Medio.
El video acusa a la Autoridad Palestina de fomentar el resentimiento y el odio en sus textos escolares, de haber eliminado a Israel del mapa que estudian los niños y de glorificar la violencia. “La paz empieza en las clases. El terror solo necesita una lección y los palestinos están escribiendo cada palabra”.
La consigna aparece con fuerza justo unos días después de iniciado el conflicto entre la administración Trump y algunas de las universidades más prominentes del mundo, a las que acusa de fomentar y permitir las protestas contra Israel.
Diez universidades están en la mira: Columbia; George Washington University; Harvard; Johns Hopkins University; New York University; Northwestern; Berkeley; The University of California, Los Angeles; The University of Minnesota y The University of Southern California.
El gobierno amenazó con congelar fondos estatales por 12 mil millones de dólares, de los cuales 9 mil le corresponden a Harvard. Su presidente, Alan Garber, cree que ese recorte afectaría a todas las universidades de investigación, que han sido el motor de los descubrimientos científicos desde la II Guerra Mundial en áreas como el cáncer, parkinson, alzheimer y más.
Pero no solo es el dinero. El gobierno además ha pedido tener acceso a los programas antiplagio, a los contratos de profesores, a las admisiones de los alumnos y los datos sobre su origen étnico, su raza, exámenes, promedios y demanda auditorias externas a las facultades de Salud Pública, Medicina, Educación entre otras. Universidades como Princeton, Pennsylvania, Cornell y Northwestern también se unen a la lista, por admitir -por ejemplo- estudiantes transgénero.
La poderosa y excelsa Harvard -respaldada por sus millonarias donaciones e inversiones- respondió al gobierno con una demanda por violación a los derechos constitucionales, pero sus autoridades admitieron que se deben reformar ciertos comportamientos dentro del campus. Trump ya congeló parte del dinero y ahora exige disculpas públicas. (DTH)
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