Andrea Endara, coordinadora de la carrera de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales en la Universidad Casa Grande, destacó la gravedad de la actual crisis migratoria en Ecuador en una reciente entrevista.
Según ella, la salida masiva de ecuatorianos refleja no solo la falta de oportunidades, sino una desesperanza creciente entre los ciudadanos, quienes optan por emigrar, exponiendo sus vidas, al no encontrar alternativas viables en el país.
Endara explicó que, de acuerdo con estudios recientes, las principales causas de la migración son la violencia y la crisis económica, cada una representando el 42% de los motivos.
En un contexto marcado por el desempleo y una crisis energética, el riesgo de que más personas intenten salir aumenta.
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La migración, resaltó, no solo se limita a individuos jóvenes en edad productiva, sino que también involucra a familias enteras, quienes ven el éxodo como una forma de enfrentar la crisis.
“El ecuatoriano que decide emigrar lo hace desde la desesperación, porque no logra encontrar trabajo ni acceder a una educación universitaria. Esto genera un desencanto profundo con el país y sus autoridades, de quienes sienten un abandono total,” señaló Endara.
La experta resaltó que la falta de respuesta estatal está llevando a miles de jóvenes entre 18 y 35 años a buscar una vida fuera, abandonando la idea de un retorno, a diferencia de generaciones anteriores.
Endara subrayó además el impacto de esta pérdida de capital humano en el país. “El 10% de la población ecuatoriana ya reside en el extranjero. Esto representa una pérdida significativa en términos de inversión pública en educación, salud y desarrollo de habilidades, ahora aprovechadas por otras naciones,” concluyó.
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