El historiador y docente universitario Ángel Emilio Hidalgo no se guardó nada al referirse a la crisis que atraviesa Guayaquil.

Según el experto, la ciudad ha perdido el rumbo y está siendo manejada por autoridades “incultas” que no tienen la capacidad ni la visión para resolver los problemas urgentes de seguridad, urbanismo y desarrollo social.

“Guayaquil no solo necesita un administrador, necesita un planificador con visión de estadista”, enfatizó Hidalgo, subrayando la falta de liderazgo y proyectos concretos que han llevado a la ciudad a un estado de abandono.

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Además, criticó que las sesiones solemnes se hayan convertido en un espectáculo de pugnas personales, en lugar de espacios para construir un proyecto de ciudad a largo plazo.

Para Hidalgo, es urgente que las autoridades dejen de lado sus intereses personales y se enfoquen en transformar la ciudad.

“El mejor homenaje que se le puede rendir a Guayaquil es trabajar en conjunto para solucionar los problemas que realmente afectan a la gente”, concluyó el historiador.