El peleador ecuatoriano de artes marciales mixtas, Michael Morales, continúa brillando en la UFC tras su reciente victoria contra Neil Magny. El luchador de 25 años oriundo de Pasaje, El Oro, se mostró emocionado por el triunfo, el cual calificó como “muy especial” para él y para todo el país.

Morales, ahora rankeado en el puesto número 12 en la división peso welter, atribuyó su éxito al trabajo en equipo con sus entrenadores y a los valores inculcados por su madre, Katy Hurtado, quien además fue su primera entrenadora de judo.

“Ella es la voz dentro de mí. Si no hubiese tenido la madre que tengo, no sería el deportista ni la persona que soy hoy”, expresó el peleador, reconociendo que gran parte de su motivación proviene de la promesa de entregar a su madre un cinturón de campeón.

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Con una impresionante trayectoria deportiva que inició en el judo, y posteriormente en la lucha olímpica, Morales narró cómo fue su padre quien lo introdujo a las artes marciales mixtas. Hoy, sus éxitos en el octágono lo han convertido en un referente para la juventud ecuatoriana.

Sin embargo, Michael mantiene los pies en la tierra y asegura que no está presionado por su racha invicta: “El invicto es una competencia conmigo mismo. Tengo que seguir aprendiendo y mejorando cada día”.

A pesar de sus logros, Morales admite que el miedo es un elemento constante en su carrera, pero lejos de verlo como algo negativo, lo considera una motivación: “El miedo nunca se va a quitar. Hacer las cosas con miedo, pero igual hacerlas, es lo que nos hace humanos”.

Finalmente, el luchador ecuatoriano se mostró optimista sobre el futuro de su país y envió un mensaje de esperanza a los ecuatorianos: “Somos prácticamente imparables. A pesar de cualquier situación que pase en el país, nosotros estamos de pie, demostrando el talento que tenemos para salir adelante”.

Morales planea regresar a Ecuador para disfrutar con su familia, compartir con su gente y, por supuesto, deleitarse con un buen encebollado, su plato favorito.