Los gobiernos de Brasil, Colombia y México han reiterado su demanda de que el Consejo Nacional Electoral (CNE) de Venezuela publique los resultados de las elecciones presidenciales del 28 de julio de 2024, desglosados por mesa de votación. En un comunicado conjunto divulgado este jueves, los cancilleres de estos tres países hicieron un llamado para una “divulgación transparente de los resultados electorales” y subrayaron la importancia de permitir una verificación imparcial, respetando la soberanía del pueblo venezolano.

Los mandatarios también pidieron a los actores políticos y sociales de Venezuela que ejerzan cautela y moderación en sus manifestaciones públicas, instando a las fuerzas de seguridad a garantizar el pleno ejercicio de los derechos democráticos y a proteger los Derechos Humanos.

El comunicado destaca la preocupación de que, a pesar de las recientes contrataciones para mejorar la situación eléctrica en el país, no hay garantías de que se evitarán apagones durante la crisis. En ese contexto, el canciller colombiano Luis Gilberto Murillo expresó optimismo sobre los esfuerzos de mediación y mencionó que se ha dialogado con tanto con el Gobierno venezolano como con la oposición.

El CNE proclamó la victoria del presidente Nicolás Maduro en las elecciones sin proporcionar evidencias detalladas. En contraste, la oposición ha publicado en una página web miles de actas de votación que aparentemente favorecen a Edmundo González Urrutia, respaldado por la líder opositora María Corina Machado, quien no pudo registrar su candidatura.

Machado, en una conferencia de prensa virtual, pidió al gobierno de México que utilice su canal de comunicación con Maduro para detener la represión y aceptar los resultados de las elecciones del 28 de julio. Además, solicitó que se respeten los derechos humanos y se liberen a los detenidos. La líder opositora también expresó su deseo de colaborar con el Instituto Nacional Electoral (INE) de México para confirmar la veracidad de las actas de votación.

En resumen, los tres países mediadores continúan trabajando para encontrar una solución a la crisis poselectoral en Venezuela, destacando la necesidad de una negociación justa y efectiva que permita una transición política pacífica.