Ya es oficial; antes de fin de mes el presidente emitirá un decreto ejecutivo ordenando el alza en el precio de las gasolinas extra y ecopaís, el mismo para ambas. Luego lo ajustará mensualmente de acuerdo con las fluctuaciones de precio en el mercado internacional, presumiblemente de gasolina de calidad equivalente. Pero se amortiguarán las fluctuaciones excesivas, en 5 % al alza y 10 % a la baja. O sea si el precio internacional sube 15 %, el precio local subirá 5 % en tres meses consecutivos, y si el precio internacional baja 15 %, el precio local baja 10 % el primer mes y 5 % el segundo.
El precio de arranque será de $ 2,72 el galón PVP, esto es incluyendo el IVA. El Ministerio de Economía declara que con esa alza se elimina el subsidio. Esto difiere de la propuesta de Petroecuador que la eliminación del subsidio requería el alza de la extra a $ 3,04 y la ecopaís a $ 3,26.
Desde hace mucho tiempo Petroecuador pregona que la ecopaís tiene un subsidio mayor a la extra. La única diferencia en composición entre las dos es que la ecopaís lleva etanol. Por lo que cabe presumir que el etanol de producción nacional cuesta más que la nafta importada. Pero no es así. El etanol, que el Estado compra a precio fijo, tiene un precio inferior al de la nafta salvo cuando el precio internacional se derrumba. Se justificaría sembrar más caña o maíz para producir más etanol, reducir las importaciones y gastar menos. Pero al contrario, se ha reducido el contenido de etanol de la ecopaís de 5 % a solo 2 %.
Petroecuador quería elevar más el precio a la ecopaís porque le cargan el transporte de crudo y nafta desde Esmeraldas a La Libertad, y porque lleva más nafta importada y menos petróleo nacional que la extra. El Ministerio de Economía descarta esta mañosa metodología y también el intento de poner un precio de costo + utilidades. El cálculo de Petroecuador significa que los consumidores debemos pagar por sus ineficiencias. En su lugar el ministerio recurre a un precio de referencia internacional, que es lo justo. Que Petroecuador reduzca sus costos.
Calculado a los precios internacionales actuales y al consumo de 2023, el nuevo ingreso para el Estado (incluyendo IVA) que planteaba Petroecuador por el alza de $ 0,58 en los 577 millones de galones de extra y de $ 0,80 en los 626 millones de ecopaís dan $ 836 millones anuales. Pero el alza adoptada es de menos de la mitad propuesta, $ 0,26, por lo que el nuevo ingreso da solo $ 313 millones.
Subir los combustibles en los inicios del periodo electoral es un riesgo que se toma el presidente, que aspira a ser electo para un periodo completo. Para evitar protestas sociales ofrece prudentemente una compensación económica a los taxistas y otros transportistas de personas. Las autoridades calculan el subsidio a los transportistas en $ 100 millones anuales, un tercio del nuevo ingreso. El beneficio neto al Estado se reduciría a unos $ 200 millones. A no ser que una agresiva alza mensual incremente más los ingresos.
Se ha optado por un método sencillo, la transferencia de fondos a las cuentas de los taxistas. Eso sí, esta compensación no se justifica desde el punto de vista social, puesto que los usuarios de taxis deberían contribuir tanto como los dueños de vehículos a la eliminación del subsidio.
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