Los residentes del sector Guajaló, específicamente en la calle Cusubamba, han expresado su preocupación por los altos precios de venta del gas doméstico por parte de los camiones distribuidores locales. En ocasiones, estos vehículos venden el cilindro a más del doble del precio establecido.
Desde tempranas horas de la mañana, alrededor de las 6:00 a.m., se forman largas filas de compradores frente a las dos distribuidoras de gas ubicadas en la zona. Los vecinos, algunos caminando, otros en sus vehículos particulares, llegan con hasta cuatro cilindros de gas vacíos en espera de adquirir uno lleno.
Los residentes traen consigo su cilindro vacío y los USD 1,65 correspondientes al precio, incluido el incremento del IVA al 15%. Prefieren hacer el esfuerzo de acercarse a los puntos de venta directa en lugar de recurrir a los camiones distribuidores que pueden vender el mismo cilindro a hasta USD 3,90, más del doble del precio original.
Carlos, uno de los vecinos afectados, reclama que, si bien es consciente de los aumentos en el IVA y el precio de la gasolina, las autoridades deberían regular los precios de los camiones distribuidores para evitar abusos como este.
Carmita, otra vecina, se une al llamado de atención y denuncia que en ocasiones los cilindros se agotan antes de que todos los compradores sean atendidos, obligándolos a regresar al día siguiente.
Además, Carmita hace un llamado a las autoridades para investigar por qué algunas personas compran cantidades excesivas de cilindros de gas, ya que considera que esto podría ser ilegal y requerir un permiso específico.
Algunos compradores argumentan que adquieren tres cilindros para sus pequeños negocios de comida, como es el caso de Jaime, quien vende salchipapas durante la noche.
Pedro, empleado de una de las distribuidoras, agrega que la escasez de gas se debe a dificultades logísticas causadas por el colapso de algunas carreteras, como la Alóag-Santo Domingo, lo que está retrasando la llegada del producto a la ciudad.
