En un paso histórico, Suecia se ha convertido oficialmente en el miembro número 32 de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN), anunciando su adhesión en una ceremonia realizada en Washington DC. La decisión llega en un momento de crecientes preocupaciones sobre la seguridad regional, particularmente a raíz de la invasión rusa a gran escala en Ucrania en 2022.
El primer ministro sueco, Ulf Kristersson, participó en la ceremonia y expresó su agradecimiento a los aliados de la OTAN por dar la bienvenida a Suecia en la alianza. En una publicación en redes sociales, Kristersson afirmó el compromiso de Suecia con los valores fundamentales del Tratado de Washington, destacando la importancia de la unidad, la solidaridad y la distribución equitativa de responsabilidades.
La decisión de unirse a la OTAN convierte a Suecia en el segundo país en hacerlo desde el inicio del conflicto en Ucrania, siguiendo los pasos de Finlandia. Con esta incorporación, la OTAN ahora cuenta con 30 países europeos además de Estados Unidos y Canadá como miembros fundadores.
La adhesión de Suecia a la alianza ha sido recibida con reacciones mixtas. Mientras que el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, elogió la decisión y destacó la fortaleza adicional que aporta a la alianza, el gobierno ruso ha expresado su descontento, calificando la expansión de la OTAN como una agresión.
En respuesta, Jens Stoltenberg, secretario general de la OTAN, elogió las capacidades militares de Suecia y la calidad de su industria de defensa, enfatizando que la alianza se ha fortalecido aún más con su inclusión.
La solicitud de Suecia para unirse a la OTAN se había visto obstaculizada anteriormente por bloqueos de dos miembros de la alianza. Sin embargo, después de levantar los vetos, Suecia finalmente recibió la aprobación necesaria, reflejando un cambio significativo en la postura del país hacia la seguridad regional.
