El expresidente de la República, Rafael Correa, advirtió sobre las implicaciones de la consulta popular en curso, señalando que una derrota del gobierno en las preguntas sobre «trabajo por horas» y «arbitraje internacional» constituiría una derrota total en el proceso.
Correa destacó que, de manera opuesta, una victoria completa del presidente Daniel Noboa en la consulta resultaría en un líder «incontrolable», caracterizado por un comportamiento mentalmente insano, narcisista, caprichoso e irresponsable.
El exmandatario recordó acciones polémicas del gobierno de Noboa, incluyendo el caso de la detención del hijo de la vicepresidenta Verónica Abad, señalando que estas acciones reflejan una falta de ética y responsabilidad en el ejercicio del poder.
Sobre los temas específicos de la consulta, Correa recordó la abolición del trabajo por horas durante su presidencia, argumentando que esta medida fue tomada para proteger a los trabajadores de la explotación laboral. En cuanto al arbitraje internacional, Correa cuestionó la decisión de Noboa de revivir este sistema, sugiriendo motivos personales debido a los intereses comerciales de su familia en empresas extranjeras.
Correa también abordó la situación en la embajada de México en Ecuador, condenando el asalto liderado por el gobierno de Noboa como una violación flagrante del derecho internacional. Afirmó que acciones como esta han llevado a que Ecuador sea percibido a nivel mundial como un país gobernado por la barbarie.
El expresidente Correa destacó la necesidad de acciones concretas para enfrentar los desafíos políticos y sociales en el país, y expresó su preocupación por la persecución política que él y otros miembros del correísmo han enfrentado en manos del gobierno actual.
