Stormy Daniels es el alias de la mujer en el centro de la causa penal por la que este jueves hallaron culpable al expresidente Donald Trump en un histórico juicio celebrado en Manhattan.
De nombre real Stephanie Gregory Clifford, es exactriz, guionista y directora de películas pornográficas, y asegura que en 2006 mantuvo un encuentro sexual con Trump, cuando este ya estaba casado con su actual esposa, Melania, algo que él siempre negó.
El jurado del tribunal de Nueva York parece que la creyó, declarando culpable al expresidente de 34 cargos relacionados con la falsificación de registros contables para encubrir un pago que el abogado de Trump le habría realizado a Clifford para comprar su silencio sobre la relación y así proteger su campaña electoral de 2016.
Ahora es el juez del caso tiene que imponer la condena, algo que sucederá el 11 de julio.
“Soy un hombre muy inocente”, dijo Trump al salir del juzgado, retando a los ciudadanos al juicio de las urnas en las elecciones presidenciales del 5 de noviembre.
Pionera de la industria
Stephanie Gregory Clifford nació en Baton Rouge, en el sureño estado de Luisiana, en 1979, y es amante de los caballos.
De pequeña su sueño era ser veterinaria, pero tras el divorcio de sus padres, cuando tenía 4 años, fue criada por su madre, a quien le costaba mantener económicamente a la familia.
A los 17 años empezó a trabajar como stripper en un club.
Cuando empezó a hacerse más conocida decidió adoptar un nombre artístico. Como fan de la banda de rock Motley Crue, decidió rendirle tributo a la hija del bajista de del grupo, que se llama Storm. El apellido es en honor a la marca de whisky Jack Daniel’s.
En 2000 empezó su carrera como actriz de películas para adultos con la productora Wicked Pictures, con la que tuvo una carrera prolífica. También participó en cintas de Sin City Studios.
En 2004 empezó a dirigir películas pornográficas para Wicked Pictures y luego también trabajaría como guionista.
La experta en cine para adultos Kelly Roberts le dijo a la BBC que Stormy Daniels fue una pionera en esa industria.
“En esa época no había mujeres directoras. Era inaudito. Eran todos hombres”, señaló.
Por su trabajo como directora, Daniels obtuvo varios premios de la revista Adult Video News (AVN), considerados los equivalentes de los Oscar de la industria pornográfica.
Y en 2014 su nombre fue añadido a los salones de la fama de la revista AVN y de la organización X-Rated Critics Organization.
Según el cineasta Judd Apatow, quien le dio papeles en dos de sus películas, Daniels “no es alguien a quien subestimar”.
“Es una mujer de negocios muy seria y una cineasta que ha tomado las riendas de su carrera”, aseguró Apatow a The New York Times hace unos años.
Detalles “escabrosos” en el juicio
Su nombre empezó a ser conocido entre el gran público cuando en 2018 concedió una entrevista al emblemático programa televisivo 60 minutes, de la cadena CBS, en la que dio detalles de su supuesto encuentro sexual con Trump.
Son los mismos detalles que repitió cuando el pasado 7 de mayo subió al estrado por primera vez a testificar en el que fue uno de los momentos más esperados del juicio a Trump.
Ante el jurado, el expresidente y los fiscales, la actriz dijo que se encontró con Trump en la suite de un hotel en Lake Tahoe en 2006.
Contó que Trump llevaba un pijama de seda y que le hizo varias preguntas “de negocios” sobre su familia, su educación y su trabajo en la industria del cine para adultos.
En un momento dado, el empresario le dijo que le encontraba parecido con su hija Ivanka, según testificó Daniels, diciéndole que la gente las subestimaba a ambas porque eran hermosas.
“Señora Daniels, por favor, sea breve en sus respuestas”, le dijo el juez Juan Merchan a la testigo.
En su testimonio, la exactriz porno proporcionó detalles tan escabrosos que los abogados del expresidente pidieron que se anulara el juicio.
Estos incluyeron la afirmación de que no usaron preservativo o que lo azotó con una revista, así como las respuestas que supuestamente obtuvo del expresidente sobre su esposa.
El juez Juan Merchan reconoció que había “algunas cosas que habría sido mejor no decir” y solicitó a los fiscales que no pidieran detalles específicos de la naturaleza personal del encuentro.
Según Daniels, en 2016, después de que Trump lanzara su campaña presidencial, se enteró de que el empresario y su entonces abogado Michael Cohen querían comprar su silencio.
El acuerdo sería beneficioso para todos, declaró Daniels, porque no quería que su entonces pareja se enterara de su supuesto encuentro con Trump.
También explicó cómo se llegó al pacto para recibir el dinero. Aseguró que primero estuvo interesada en vender su historia cuando se enteró de que alguien más estaba planeando hacerlo.
“Prefiero ganar dinero a que alguien gane dinero a costa mía”, dijo.
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