Para el subdirector de la Fundación Ciudadanía y Desarrollo, Marcelo Espinel, los procesos deficientes de democracia interna de los partidos políticos dan como resultado que Ecuador cuente con integrantes “ineficientes” en la Asamblea Nacional.

Critica que en el Parlamento, generalmente, no se contrate a los mejores perfiles para que se desarrollen como asesores; sino que entran los “que más banderas alzaron durante la campaña”, lo que repercute en una baja calidad de trabajo legislativo.

Además, expone que “la falta de una cultura democrática, hace que pocas personas ‘de ciertas élites’ manipulen los hilos de la democracia ecuatoriana. Acción que impide que el ecuatoriano no cuente con los elementos suficientes para participar en la vida política”.