El presidente del Banco Pichincha, Antonio Acosta, expresó su desacuerdo con la propuesta del Gobierno de Daniel Noboa de imponer una contribución especial a los bancos para hacer frente a la crisis de seguridad y económica en Ecuador. Y es que argumentó que la medida, que pretende gravar a los bancos con un porcentaje de entre el 5% y el 25% de sus utilidades, carece de fundamentos técnicos y es discriminatoria. “Se está proponiendo un impuesto confiscatorio contra la banca”.
Aunque reconoció la disposición de la banca para colaborar en tiempos de crisis, consideró que la propuesta gubernamental afectaría negativamente al sector bancario, limitando su capacidad para otorgar créditos e impactando así a las familias y al sector productivo del país.
El presidente del Banco Pichincha señaló que otros sectores económicos, como la minería y la pesca, son mucho más rentables que los bancos, pero no se les está imponiendo una contribución similar. En este sentido, propuso una fórmula más equitativa que incluya a grandes empresas y a la banca, sugiriendo que las 570 empresas con utilidades superiores a los 2 millones de dólares aporten el 5% de estas, mientras que los bancos y otras instituciones financieras contribuyan con el 10% de sus utilidades.
Acosta destacó que esta alternativa permitiría al Gobierno recaudar alrededor de 450 millones de dólares, una cantidad significativa para enfrentar la crisis, sin poner en riesgo la estabilidad financiera de los bancos y sin afectar negativamente a la economía nacional.
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