Cuando todo indicaba que la presidenta Dina Boluarte había sorteado el escándalo de los Rolex y sus joyas no declaradas, nuevamente sus cuentas pendientes con el espejo la han puesto en jaque. Una investigación del semanario Hildebrandt en sus Trece asegura que la mandataria se ausentó de Palacio y de toda actividad que le exige su investidura durante dos semanas entre junio y julio de 2023 para realizarse una rinoplastia y otras intervenciones quirúrgicas de rejuvenecimiento en el rostro.
El 28 de junio de 2023, fue su última aparición pública tras participar de una condecoración a oficiales y suboficiales de la Policía Nacional y haber retomado sus funciones el 10 de julio tras doce días de reposo post-operatorio, según señala la publicación. La mujer que gobierna Perú desde diciembre de 2022 no se sentía a gusto con su imagen, por lo cual cuestionaba constantemente a los fotógrafos de su gabinete de prensa, al punto de culparlos de su baja popularidad. Popularidad que en un año y medio de mandato nunca superó el 20% de aceptación y que ahora se encuentra en su punto más bajo: 7%.
El doctor que, según la investigación, la operó es Mario Cabani Ravello, uno de probada reputación que ha retocado a más de una figura pública de Perú como las conductoras Magaly Medina y María Pía Copello. “Definitivamente fue por un tema estético y no por motivos de salud”, ha dicho la reportera Sonia Suyón, autora del trabajo, quien corroboró sus pesquisas con diversas fuentes de Palacio. “El 5 de julio hubo un Consejo de Ministros y nos informaron que ella no estuvo presente”, indicó.
El podcast La Encerrona ha evidenciado que las cuentas oficiales del despacho presidencial mostraron por esos días a Dina Boluarte participando de distintos eventos. Pero resulta que no eran actuales sino pasados. El 1 de julio, por ejemplo, hay un post en la plataforma X de la jefa de Estado junto a alumnos de un colegio de la región Lambayeque. Pero en la cuenta de Flickr de presidencia están las mismas imágenes, con fecha del 23 de junio. No son las únicas publicaciones con una notoria diferencia de tiempo. “Palacio de Gobierno publicó imágenes pasadas para tapar la falta de apariciones públicas de Dina Boluarte, y así confundirnos”, dice Jonathan Castro, editor general de La Encerrona.
Fredy Hinojosa, vocero del despacho presidencial, evitó pronunciarse sobre las cirugías estéticas de la presidenta, aduciendo que se trata de un asunto privado. “La Constitución establece el derecho a la intimidad personal. Esto le asiste a la presidenta de la República, no me voy a pronunciar sobre actos que formen parte de la esfera privada”, dijo. El jefe del Consejo de Ministros, Gustavo Adrianzén arguyó que, como la agenda de Dina Boluarte es pública, no habrá problemas para solucionar las dudas, pero al mismo tiempo no descartó la posibilidad de que se haya ausentado por un descanso médico. “Mal de salud nos podemos poner cualquiera de nosotros, lamentablemente. No sé si hubo una licencia, pero reitero que la agenda de la presidenta es pública y se dará a conocer con exactitud en las fechas que se soliciten”, subrayó.
La congresista Ruth Luque ha cursado un oficio para solicitar la agenda de la mandataria entre el 29 de junio y el 9 de julio de 2023, así como las actas de las sesiones del Consejo de Ministros en el mismo lapso de tiempo, y documentación de descanso médico por motivos personales, así como descuento de haberes. Luque sostiene que de comprobarse su ausencia, Boluarte habría violado la Constitución por no haber comunicado su ausencia ante el Congreso, y ser reemplazada por el titular de la Cámara, lo cual calificaría como una causal de vacancia o moción de censura. “Es una infracción constitucional porque no se han seguido los procedimientos constitucionales. La Presidencia no puede estar sin una persona que la maneje y la represente. La señora Boluarte debe ir al Pleno a dar explicaciones”, sostuvo.
Clara Elvira Ospina, directora del medio de investigación Epicentro TV, da más luces sobre por qué la ausencia de la jefa de Estado no es un asunto privado. “Cuando al presidente Biden le hicieron una colonoscopia con anestesia general, le transfirió el cargo a la vicepresidente Kamala Harris por una hora y 25 minutos mientras estuvo sedado. La presidenta se va doce días y nadie se entera”, remarcó.
