urante el 2023, Petroecuador informa que en colaboración con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército, detectó 334 perforaciones clandestinas en sus poliductos de las zonas norte y sur. Se estima que estos actos ilícitos en las tuberías han producido la pérdida por hurto de 643.556,51 barriles de hidrocarburos entre gasolina y diésel.
La valoración económica para el Estado ecuatoriano asciende a USD 89.7 millones, monto que incluye los costos del volumen sustraído más la reparación de las tuberías. Los principales poliductos afectados fueron: Esmeraldas – Santo Domingo, Santo Domingo – Pascuales; Libertad – Pascuales, Libertad – Manta; Pascuales – Cuenca.
La estatal petrolera indica que el personal, además de realizar las reparaciones en la infraestructura afectadas, gestionó las respectivas denuncias ante la Fiscalía General del Estado, en coordinación con la Unidad Nacional de Investigación de Delitos Hidrocarburíferos (UIDH) de la Policía Nacional.
De igual forma, dicen que han reforzado el control en los ductos con el apoyo de las fuerzas del orden y mantienen un contrato con el Cuerpo de Ingenieros del Ejército para «precautelar estos recursos estratégicos que les pertenecen a los ecuatorianos».
Las perforaciones clandestinas son daños realizados a las tuberías, de manera anti técnica, que generan derrames de combustibles, afectando a zonas pobladas, su flora y fauna. Además, estas acciones ponen en riesgo la provisión de combustibles, en las zonas donde está ubicados los tubos averiados.
