La Oficina de la ONU para los Derechos Humanos emitió una advertencia contundente este jueves sobre la situación en Haití, describiendo la realidad del país como un «cataclismo» marcado por la violencia de bandas, que ha cobrado la vida de más de 1.500 personas en lo que va del año. La situación exige una acción «audaz e inmediata» para abordar la crisis, según el alto comisionado Volker Türk.
El informe presentado revela un aumento alarmante de la violencia de bandas en Haití, con 4.451 muertos y 1.668 heridos registrados entre septiembre de 2023 y febrero de 2024. En los primeros tres meses de 2024, se han reportado al menos 1.554 muertes y 826 heridos.
La violencia no solo se limita a actos letales, sino que también involucra violencia sexual, reclutamiento y abuso de menores, así como linchamientos perpetrados por las llamadas «brigadas de autodefensa». Estos eventos han sumido al país en un estado de desgobierno y corrupción, erosionando el Estado de derecho y privando gravemente a la población de sus derechos fundamentales.
La situación se agrava por el suministro transfronterizo de armas y municiones a las bandas, lo que les proporciona una ventaja armamentística sobre la propia Policía Nacional de Haití.
Ante esta crisis, el alto comisionado Türk ha instado a una acción inmediata, incluyendo el despliegue de una misión multinacional de apoyo a la seguridad para ayudar a la Policía Nacional a detener la violencia y restaurar el Estado de derecho. Türk también enfatizó la necesidad de políticas que aborden las causas subyacentes de la violencia y llamó a todas las partes a entablar un diálogo constructivo para lograr una transición democrática y elecciones justas.
A pesar de la aprobación por parte del Consejo de Seguridad de la ONU para el despliegue de una fuerza multinacional en Haití, obstáculos como el bloqueo judicial en Kenia han retrasado esta operación crucial para contener la espiral de violencia en el país.
