Durante una entrevista en el programa «Punto de Orden», el ex ministro de Economía, Mauricio Pozo, destacó la urgencia de implementar medidas efectivas para abordar la grave crisis financiera que enfrenta el país bajo el gobierno de Daniel Noboa.
Una de las principales medidas propuestas por Pozo es la revisión y focalización de los subsidios a los combustibles. El ex ministro advirtió que una parte considerable de estos subsidios se destina al contrabando o al refinamiento de drogas ilícitas, por lo que sugirió su eliminación a nivel general. Propuso que se acuerden compensaciones con los sectores afectados, como el transporte y la pesca, como parte de esta medida, que considera fundamental para estabilizar la economía.
En cuanto al presupuesto del país, Pozo señaló que el objetivo a corto plazo debe ser equilibrarlo, lo cual resulta especialmente complejo dada la magnitud del déficit del año pasado, que se acerca a los 5.000 millones de dólares, además de los atrasos y los pagos pendientes de deuda externa. Afirmó que el incremento del IVA, que entrará en vigor el 1 de abril, no será suficiente para cubrir estas necesidades, por lo que anticipa que Ecuador deberá recurrir a organismos multilaterales de crédito.
El analista enfatizó la necesidad de un manejo fiscal más austero, que incluya recortes drásticos en ciertos sectores, como el fin de los «sueldos dorados» y la eliminación de gastos superfluos. Aunque reconoció la importancia de sectores como Fuerzas Armadas, Policía Nacional, Salud y Educación, sugirió que es posible aplicar recortes sin afectar las actividades esenciales de estos grupos.
Pozo también destacó la urgencia de reformar el sistema de seguridad social, ya que el crecimiento poblacional en desaceleración y el menor empleo han afectado la sostenibilidad del sistema de pensiones del IESS. Propuso la implementación de mecanismos que permitan que el sistema sea autosustentable.
En cuanto al empleo, el ex ministro resaltó que las cifras oficiales no reflejan un crecimiento económico significativo, lo que pone en duda las afirmaciones optimistas del gobierno sobre la generación de empleo.
