La migración de ecuatorianos hacia Estados Unidos, ya sea de forma legal o ilegal, está motivada principalmente por la falta de empleo y la inseguridad en el país. Esta situación ha llevado a un incremento en el número de ciudadanos que buscan mejores oportunidades en el extranjero, enfrentando riesgos y dificultades en el proceso.
Según un comunicado de la organización 1800Migrante, basado en estadísticas del Departamento de Protección de Fronteras de Estados Unidos, se ha observado un aumento significativo en la cantidad de ecuatorianos detenidos, expulsados y deportados (DED). En abril de 2024, se registraron más de 16,000 ecuatorianos en esta situación, comparado con los 15,951 en marzo y los 6,497 en abril de 2023, lo que representa un incremento de más del 200%.
La organización destaca que en los primeros siete meses del año fiscal 2024, 94,871 ecuatorianos han sido registrados en estas circunstancias, lo que evidencia una falta de políticas públicas efectivas para abordar esta problemática.
El gobierno del presidente Daniel Noboa ha sido criticado por su incapacidad para controlar el éxodo irregular de ecuatorianos hacia Estados Unidos. Aunque se han realizado esfuerzos para mejorar los servicios consulares y reducir los tiempos de espera, estas medidas no han sido suficientes para enfrentar la crisis migratoria.
A finales de enero, Ecuador solicitó a Estados Unidos la aprobación del Estatus de Protección Temporal (TPS) para sus ciudadanos no regularizados, debido al conflicto interno armado y la lucha contra bandas del crimen organizado. Esta solicitud está actualmente en manos del presidente Joe Biden.
William Murillo, portavoz de 1800Migrante, subraya la necesidad de políticas públicas responsables que ofrezcan soluciones a la crisis humanitaria que enfrentan los migrantes ecuatorianos. Murillo menciona que, aunque se han mejorado algunos aspectos del servicio consular, estos esfuerzos son insuficientes para abordar el flujo masivo de ecuatorianos cruzando fronteras en situaciones de vulnerabilidad.
En conclusión, la migración masiva de ecuatorianos hacia Estados Unidos refleja la urgencia de implementar políticas efectivas que aborden las causas subyacentes de la inseguridad y la falta de empleo en Ecuador, al mismo tiempo que se brinda apoyo y protección a los migrantes que se encuentran en situaciones de riesgo.
