El autismo es una condición que se presenta en los niños desde muy temprana infancia, tiene como característica un problema de comunicación muy fuerte, puede ser esta comunicación verbal o gestual.
El autismo es una realidad que se despierta en nuestra sociedad. Este 2 de abril se conmemora el Día Mundial del Autismo. Muchos criterios se desarrollan respecto al Transtorno del Espectro Autista (TEA), por ejemplo, el autista no puede construir un lazo social, se le dificulta mucho entrar a una vida común y lo manifiestan a través de crisis, llantos, y también aversión al contacto.
“Los niños autistas desde nuestro enfoque no nacen, se hacen. El patrón es subjetivo, no orgánico. Partiendo de esta lógica debemos revisar el contexto familiar-social en el que nace, también se debe evaluar la intercomunicación entre padres, hay que revisar cómo fue el embarazo de este niño, cuánta presencia de los padres tuvo en su primer año de vida, en la historia transgeneracional de los padres, hay que evaluar si tuvieron un hogar funcional o no”, señala la doctora Laura Noroña, psicóloga clínica con 33 años de trayectoria en el tratamiento del espectro autista.
Podemos sostener que es multifactorial la incidencia pero de orden subjetivo la causa, niños que pueden tener particularidades en su alimentación, en su vestir, en su relación con la vida, que tienen el gusto por jugar siempre con el mismo objeto, estar en el mismo lugar, comer lo mismo.
Si bien hoy existen más espacios de atención, se debe seguir compartiendo el saber sobre el tema en la formación de especialistas, ya que no hay una materia o carrera universitaria que la dicte.
Años atrás había niños que eran únicamente medicados, hospitalizados o tratados desde la farmacología. En la actualidad se ha trabajado muchísimo en técnicas para teorizar y crear un enfoque nuevo en la comunidad, no solamente en el mundo terapéutico.
Se ha hecho un camino, logrando tener una mirada diferente, la sensibilidad sobre los niños con problemas de comunicación, desclasificando lo orgánico del diagnóstico de autismo.
“Con el pasar del tiempo se creó un nuevo espacio a través de la escuela abierta que incluye y transforma”, menciona Noroña quien también es fundadora de la escuela de Tutores Belén Terán cuya misión es brindar ayuda para quienes tienen esta condición en la provincia del Guayas y en otros lugares del país con el fin de desclasificar lo orgánico.
“Es importante que no se siga penando que son niños con problemas neurológicos, que tienen una imposibilidad orgánica, lo que se busca es que ellos puedan reconectar su vida con el mundo para reinscribirlos en el entorno social”, acotó la especialista.
Silvia Llaguno, 53 años, madre de Kamila Posso de 17 años, joven con autismo, considera que la ayuda temprana logró mejorar la condición de su hija y brindarle el mejor tratamiento “A los tres meses vimos cambios en su comportamiento, al hablar, sus gestos, las conductas repetitivas, todo eso fue cambiado. Mucho depende de nosotros como padres, un 75%del tema está en casa, el apoyo que los papás, que la familia, que la escuela les brinde. Mi hija fue detectada con autismo cuando tenía dos años siete meses, ahora tiene 17 años, le gusta el deporte, sus estudios, y logramos sobrellevarlo, es un camino de mucha comunicación familiar, es una bendición tener gente que nos pueda ayudar y aceptar”.
Es muy importante que los padres estén atentos a las dinámicas en casa, ellos deben estar muy implicados a los estímulos de los niños.
Los padres deben reconocer los siguientes síntomas:
– Desconexión, no recoge su nombre, no se integra.
-Mutismo o ser pre-verbal, no hay comunicación o es muy básica.
– Aleteos, movimientos estereotipados, crisis o pataletas, balanceos, caminar en punta, suelen ser muy inquietos.
– Selección alimenticia. Suelen ser muy “mañosos”.
– Trastornos de sueño, suelen deambular de madrugada. No hay lazo social con pares de su edad.
-Aversión al contacto con los demás.
-Se tapan los oídos ante sonidos de la licuadora, cantos, bombas de agua, etc.
“Hemos conocido niños que desde muy temprana edad ya presentan una sintomatología. El desencuentro con la realidad, dificultad para conectar una mirada, no recogen su nombre ni consignas básicas” recalca la experta.
Katiuska Montalvo, 50 años, madre de Kamilha, joven autista considera que el mejor tratamiento recibido por su hija fue en Ecuador “Yo vivía en Estados Unidos, las personas que viven en Latinoamérica tienden a pensar Estados Unidos es la solución porque es un país obviamente más grande tiene nejor tecnología, mejor medicina; sí hay muchas cosas buenas de prevención temprana que eso es fantástico, pero cuando tienes que dar un diagnóstico no se lanzan tan rápido y personalmente para mí el seguro es muy bueno pero no hay vocación y siempre había para mí algo que faltaba, mi hija vivió allí hasta los casi siete años, peleé con el sistema educativo porque las escuelas no eran las apropiadas, tuve que pelear para que fuera una escuela privada, sin todavía poder tratar este tema de una manera diferente. Me cansé y decidí regresar con mis dos hijos a Ecuador, hace 11 años encontré a personas increíbles como Laura que le brindaron las terapias apropiadas, me ayudó muchísimo y ahora mi hija se graduó hace dos semanas y cumplió su mayoría de edad, aprendió a hablar español, aprendió a expresarse y estudiará la universidad”.
Kamilha Vivar, 18 años, autista “mi vida ha sido muy simple como los demás, está experiencia fue mitad buena y mitad dura, porque por mi condición no podía aprender rápido y me olvidaba de las cosas, mi mamá siempre me impulsaba y logré conseguir graduarme y quiero alcanzar una profesión universitaria”.
Cuáles son todas las terapias de apoyo.
La terapia debe sostener el encuentro de fondo con la realidad, además facilitar la intercomunicación a través de palabras o sistemas de apoyo. Es vital trabajar con ellos para que logren estructura y autorregulación.
“Nuestro enfoque de la Intervención subjetiva engloba todas las áreas que deben ser atendidas para mejorarlas y producir una estabilización en el niño”, culminó Noroña.
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