El exvicepresidente de la República, Jorge Glas, continúa su estancia en la Embajada de México en Quito, según confirmó la canciller de la República, Gabriela Sommerfeld.
Glas buscó refugio en la embajada en diciembre pasado luego de que se dictara una orden de prisión en su contra por el caso de peculado en la reconstrucción de Manabí. Además, recientemente, una jueza ordenó que regrese a la cárcel para cumplir el resto de su sentencia en el «Caso Sobornos», tras rechazarse el recurso de prelibertad presentado por su defensa.
La canciller Sommerfeld señaló que Glas no ha salido de la Embajada, hecho que queda corroborado por el fuerte resguardo policial que protege el edificio diplomático.
A pesar de las solicitudes de la defensa de Glas, el gobierno ecuatoriano se ha negado a conceder el salvoconducto necesario para que el exvicepresidente pueda abandonar la sede diplomática y viajar al exterior.
La intensificación de los controles de seguridad responde, en parte, a las declaraciones del presidente Andrés Manuel López Obrador, quien insinuó que el asesinato de Fernando Villavicencio el año pasado pudo haber afectado la candidatura presidencial de Luisa González y favorecido a Daniel Noboa. Estas declaraciones llevaron al gobierno ecuatoriano a declarar «persona non grata» a la embajadora mexicana, Raquel Serur, ordenándole que salga del país en un plazo perentorio.
En una entrevista radial, la canciller expresó su pesar por las declaraciones de López Obrador, calificándolas como una intromisión en los asuntos internos de Ecuador y ofensivas para el Estado y los ciudadanos ecuatorianos que creen en la democracia y las elecciones libres.
