El Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC) reafirma que la diferencia entre la población censada en 2022 y la proyección de 17,7 millones de habitantes que se tenía, es normal y garantiza que el censo tiene buena calidad.

Este 27 de febrero de 2024, el subdirector del INEC, Jorge García, respondió a los cuestionamientos que se plantean desde la Asamblea Nacional. Hay que recordar que esa entidad inició un proceso de fiscalización del censo hecho durante el gobierno del expresidente Guillermo Lasso.

Sobre la omisión censal (diferencia entre la proyección y la población real), mencionó que son dos cifras independientes. El resultado de la comparación de ambas da como resultado una omisión del 4,2% y esa cantidad está dentro de los parámetros normales. “Con eso (explicación sobre omisión censal) quitamos un poco la preocupación aunque no quitaremos los comentarios que tiene la Comisión (de la Asamblea) a ese respecto”, señaló García.

Uno de los cuestionamientos en el Parlamento es que hay una variación en la población afroecuatoriana entre 2010 y 2022. Según García, este tema tiene que ver con la autoidentificación de la población. Manifestó que en 2010 y 2022 se hizo exactamente la misma pregunta.

Según García, esto no puede ser explicado por factores demográficos. “No pudo haber nacidos en una proporción tan grande de personas que se declare de esa manera entre el año 2001 y el 2010. Tampoco se puede justificar por razones demográficas la disminución entre el 2010 y el 2022”, mencionó.

En ese escenario, una de las hipótesis que maneja el INEC es que las personas, de manera autónoma, han decidido clasificarse de manera distinta.

¿Una población más vieja?

La semana pasada, el INEC presentó las cifras relacionadas con la edad de os ecuatorianos. Este 27 de febrero, García señaló que esas cifras son resultado de un estudio más amplio que inicia con cifras desde 1950 y termina con el censo 2022.

En 2050, la edad promedio de los ecuatorianos llegará a los 40 años. Hay dos elementos que han incidido en esta realidad. Un tiene que ver con que los nacimientos están disminuyendo. El segundo está relacionado con lo que ya se denomina como la segunda ola migratoria de ecuatorianos.

García mencionó que este escenario plantea tres retos. Por ejemplo, el pensar en la salud de los adultos mayores. También la jubilación de esos adulto mayores. Esto porque variará la proporción entre los jubilados y los aportantes.

Otro reto tiene que ver con definir estrategias para el trabajo de las personas entre los 30 y 40 años. Esto teniendo en cuenta que esta última será la edad promedio. García dijo que, actualmente, los planes se centran en el empleo joven.