Un reciente estudio publicado en la revista Obesity de la Sociedad de Obesidad (TOS) sugiere que las primeras horas de la mañana son ideales para realizar actividad física y mejorar la asociación entre la actividad física y la obesidad.

El estudio utilizó datos de la Encuesta Nacional de Examen de Salud y Nutrición realizada por los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades y analizó a 5.285 participantes. Los resultados mostraron que las personas que hacían ejercicio de moderado a vigoroso por la mañana tenían índices de masa corporal más bajos en comparación con las que lo hacían al mediodía o por la noche.

Los investigadores encontraron una fuerte asociación lineal entre la actividad física matutina y la obesidad, mientras que la asociación era más débil en los grupos de mediodía y noche. Esto llevó a la conclusión de que hacer ejercicio por la mañana puede ser más beneficioso para el control del peso.

El profesor asistente de investigación en la Universidad Politécnica de Hong Kong, Tongyu Ma, sugirió que las personas que eligen hacer ejercicio temprano en la mañana, antes de comer, podrían perder más peso en comparación con el ejercicio en otros momentos del día.

El profesor de fisiología del ejercicio, medicina y nutrición en la Universidad McGill de Montreal, Ross Andersen, quien no participó en el estudio, también alentó a hacer ejercicio temprano. Aunque existen razones fisiológicas detrás de esta recomendación, como los ciclos de sueño y las hormonas, Andersen destacó que si el ejercicio es lo primero que una persona hace por la mañana, es más probable que lo haga de manera consistente.

Además, otro estudio en los Estados Unidos encontró que las personas que hacían ejercicio por la mañana quemaban más grasa abdominal, reducían la presión arterial y ganaban fuerza en las piernas en comparación con las que hacían ejercicio por la noche.

El entrenamiento en ayunas también ha demostrado beneficios, como ayudar a quemar más grasa y no compensar en exceso las calorías a lo largo del día.

En resumen, hacer ejercicio por la mañana podría ser una estrategia efectiva para controlar la obesidad y mejorar la salud en general. Sin embargo, es importante recordar que la consistencia en la actividad física y una dieta equilibrada también son fundamentales para lograr resultados óptimos.