Varias organizaciones sociales, sindicales e indígenas se unieron ante la política del Gobierno. Aclaran que no habrá paro ni cierres de vías.
Las principales organizaciones indígenas y campesinas del país Feine, Conaie, Fenocin; junto al Frente Popular, UNE y Frente Unitario de Trabajadores (FUT), que conforman el Parlamento de los pueblos, anunciaron que han decidido unificar fuerzas para rechazar la política del Gobierno, por lo que convocaron a la movilización nacional para el 26 de octubre. El presidente de la Conaie, Leonidas Iza, garantizó que no se trata de un paro de actividades, ni de cierre de vías, ni medidas similares, pero sí grandes marchas en todas las ciudades.
Eustaquio Tuala, presidente de la Feine, manifestó que se ha logrado la hermandad entre las organizaciones para hacer frente a la política del Gobierno, que mantiene el incremento mensual de los precios de los combustibles. “Todas las organizaciones sociales estamos en pie de lucha, recorriendo los territorios, las provincias, las comunidades, las parroquias. Si el Gobierno no escucha, la única herramienta constitucional que nos queda es la resistencia”, manifestó.
La marcha del 26 de octubre, dijeron los dirigentes, será la culminación de medidas progresivas, como la marcha del FUT del 20 de este mes a la Asamblea para entregar la propuesta de Código de Trabajo. Mientras que el viernes de esta semana la Conaie mantendrá su asamblea nacional para definir otras actividades en el marco del diálogo que mantiene con el Ejecutivo.
Iza aseguró que estos diálogos, de los que ha participado la mayoría de organizaciones convocantes a la movilización, no han tenido resultados en los temas fundamentales que proponen los sectores sociales, como son el congelamiento de los precios de los combustibles, y frenar la explotación minera y petrolera en zonas sensibles. “Nosotros hacemos uso de ese derecho a la resistencia de manera planificada y con la ciudadanía como parte integral”, dijo Iza.
¿A dos bandos?
Mientras los dirigentes de esas agrupaciones daban su rueda de prensa, en un evento similar el subsecretario de Gobernabilidad, Juan Manuel Fuertes, informó que se instalaron las mesas de género y diversidad, y de fortalecimiento organizativo, dos de las seis mesas técnicas previstas con la Fenocin.
Según Fuertes, el resto de mesas no logró instalarse por problemas logísticos. El funcionario aseguró que el presidente de la Fenocin, Gary Espinosa, estaba delicado de salud y delegó a otros dirigentes, quienes no pudieron llegar como estaba previsto.
Sin embargo, en otro punto de la ciudad, el vicepresidente de la Fenocin, Hatary Sarango, participaba del pronunciamiento conjunto de las organizaciones sociales, convocando a la movilización nacional en rechazo al Gobierno. “La Fenocin no está dividida. Desde que acudimos al diálogo en ningún momento la organización ha dicho que va a apoyar la política del Gobierno. Ahora se instalan las mesas de diálogo, podemos ir, pero que se den resultados, esa es nuestra acción”, manifestó Sarango.
Más conflicto
Otro movimiento político que se suma al reclamo es Somos Agua, del excandidato presidencial por Pachakutik, Yaku Pérez, quien cuestionó toda la política del Gobierno, e invitó a sumarse al proceso de resistencia que se iniciará el 26 de octubre en las principales capitales del país. “Vamos a decirle al señor Guillermo Lasso: no juegue con fuego”, manifestó. Mientras que el asambleísta Bruno Segovia (ex Pachakutik), ahora militante de Somos Agua, invitó a la ciudanía a que salga a las calles a protestar.
Pronunciamientos que se dieron mientras pequeños productores de la Costa y del Carchi, arroceros y lecheros, principalmente, protagonizaron fugases cierres de vías y manifestaciones.