Jorge Chérrez compareció a la Comisión Legislativa de Relaciones Internacionales para explicar las supuestas irregularidades en el Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol). Foto tomada de la cuenta de Twitter de la Asamblea Nacional.
El estructurador financiero Jorge Chérrez Miño, vinculado en el caso de las millonarias inversiones del Isspol, mantenía una empresa en las Islas Vírgenes Británicas, así como inversiones en Ecuador a través de su compañía panameña IBCorp Investments and Business Group S. A. Así lo revelan los Pandora Papers, la nueva filtración del Consorcio Internacional de Periodistas de Investigación (ICIJ), en la que participa Diario EL UNIVERSO.
Chérrez fue vinculado junto con otras cinco personas el 9 de septiembre pasado en la investigación que realiza la fiscalía de Ecuador por peculado en las operaciones de inversión del Instituto de Seguridad Social de la Policía (Isspol) y que ascenderían a $ 600 millones. En marzo de este año, Estados Unidos le abrió una investigación por el mismo caso.
De acuerdo con los Pandora Papers, su empresa en las Islas Vírgenes Británicas (IVB) se llama 305 Investments Ltd. y fue tramitada a través de Trident Trust Group. El 13 de febrero de 2013, Chérrez fue designado director de la firma y se emitieron acciones a su favor por $ 50.000 (un dólar cada una).
El nombre de esta compañía es parecido a otra que dirigía en Miami. Se trata de 305 Real Estate Holdings, registrada el 31 de enero de ese mismo año. Días antes de obtener las acciones de la firma de IVB, Chérrez asumió como director de la empresa estadounidense, cargo que mantuvo hasta julio del 2020. Ese mes se retiró de la veintena de sociedades de Florida y las puso a nombre de otras firmas, también relacionadas con él.
Chérrez ha señalado en varias entrevistas que los problemas comenzaron por la reestructuración de la deuda externa ecuatoriana porque él se negó a aceptar una reprogramación.
IBCorp Investments se registró en Panamá en mayo de 2006 y desde entonces Chérrez ha sido su director. Al mes siguiente, según constan en los Pandora Papers, se emitió un certificado de acciones equivalentes a $ 5 millones (un dólar por acción) a nombre del estructurador financiero. En diciembre de 2015, la entidad panameña 1111 Light Walker Foundation lo reemplazó como accionista. En Miami existe otra entidad con el mismo nombre, también relacionada con Chérrez.
En noviembre de 2015, según el registro público panameño, IBCorp Investments modificó su pacto social “para poseer una caja de seguridad”, “poner en garantía y/o pignorar portafolios o activos” y “contratar custodios o subcustodios”.
A inicios de 2016, IBCorp Investments comenzó a invertir en la empresa panameña Location World Holdings Inc., accionista de la ecuatoriana Locationoworld S. A. Esta se dedica al análisis de la movilidad vehicular para mejorar la seguridad vial, optimizar el uso de combustible en la flota de vehículos de una empresa y mejorar la logística.
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En un documento de OMC Group consta una carta firmada por Jorge Chérrez en la que asegura que la fuente de los fondos que invertirá en Location World Holdings Inc. es “capital propio proveniente de otros negocios, inversiones y pasivos”. Cartas parecidas firmaron los otros socios de la empresa: Antonio Morales Ortega, Binyamin Saada, Daniel Wainmann, Ernesto Dorfzaun, Herman Schirmarches, Juan Ugalde Landívar, Ricardo Kohn y Xavier Rosales Kuri.
En otro documento se deja constancia que IBCorp Investments and Business Group S. A. posee $ 6 millones de capital en la panameña, que sigue activa y es la principal accionista de la compañía ecuatoriana.
Diario EL UNIVERSO y el ICIJ entrevistaron a los socios de Location World Holdings a fines de septiembre, quienes confirmaron que IBCorp Investments era accionista de la panameña, creada como un holding para atraer capitales del exterior porque expandieron su negocio y tienen sucursales en Colombia, Perú y Argentina.
Daniel Wainmann, que fue socio de Waze (la aplicación social de navegación vehicular), aseguró que la necesidad de crecimiento siempre los ha llevado a buscar nuevas inversiones. Contactó a Chérrez, como lo ha hecho con 800 personas más, hace unos cinco años y este se mostró interesado en invertir. Xavier Rosales, otro de los socios, explicó que la inversión de IBCorp Investments asciende al 25 % de la empresa y que “es un socio pasivo que no participa en las decisiones de la compañía”.
Cuando aportó el capital todo parecía en orden. Los problemas comenzaron a mediados de 2020, cuando el Ministerio de Gobierno denunció los atrasos en los pagos de las inversiones del Isspol. Chérrez les aseguró entonces que “era objeto de una persecución política y que todo se arreglaría”, indicaron.
Meses después, con el anuncio de las investigaciones, se trató de contactarlo nuevamente para exigirle soluciones, sin resultados. Rosales relató que los contactos han sido muy pocos y que se han visto afectados porque algunos inversionistas han preferido retirarse.
Hemos tenido apoyo de las instituciones financieras porque nos conocen hace muchos años y entienden que este es un problema aislado: un accionista minoritario que se convierte en oveja negra, explicaron. Mantienen cierto contacto a través de abogados en Estados Unidos y Panamá, pero nada más.
La compañía ecuatoriana declaró ingresos por $ 5,9 millones en 2020 y avaluó su principal activo intangible, la plataforma tecnológica de soluciones, en $ 7,8 millones.
Daño a la reputación
Jorge Chérrez respondió a un pedido de entrevista enviado por EL UNIVERSO y el ICIJ a fines de septiembre. Aseguró que es mexicano y no ecuatoriano, y que el Gobierno de Ecuador “es el principal delincuente financiero de Latinoamérica”.
“Mi equipo de abogados tanto de Ecuador como de Estados Unidos les visitarán en su momento”, pues consideró como un daño a su reputación la publicación de reportajes sobre sus actividades.
“Y de todo corazón le deseo cuide cada una de sus palabras... porque existen cortes internacionales que sí defienden los derechos humanos, la propiedad privada y la privacidad de los ciudadanos”, dijo.
El correo de Chérrez fue transmitido a la organización Fundamedios, que realiza alertas sobre ataques a la libertad de expresión. (El Universo)