Miércoles, 27 Septiembre 2023
El camino al infierno

El camino al infierno Destacado

 

Por Roberto López

Imagine que usted es el presidente de un país que fue entregado a los carteles de la droga y al crimen transnacional organizado, situación que debe corregir, puesto que fue elegido para resolver los problemas de esa nación.

Entonces decide pedir ayuda a los Estados Unidos y obtiene la donación de más de tres mil millones de dólares, acompañados de un apoyo en inteligencia. Hace lo mismo con Israel, entregando a la policía 14 millones de dólares para municiones y asignando 175 millones más para reforzar la seguridad. Decretando múltiples Estados de excepción y armando gran cantidad de operativos para detener a los delincuentes.

Y ahí es cuando aparece el detalle que echa a rodar por el suelo esta aparatosa parafernalia: al instante de ser apresados los delincuentes son puestos en libertad por otros bribones con título de jueces que no actúan en el beneficio ciudadano, sino de las bandas de sicarios y asesinos.

Ese es el momento en que ud. debió reflexionar…bueno, parece que mi problema no era meterlos presos, sino que no los suelten para que sigan delinquiendo…¿no? Y a renglón seguido preguntarse: ¿por qué carajos es que los jueces pueden poner en libertad a los tunantes? Y cómo ud. no sabe el ‘por qué’, preguntar a uno de los brillantes juristas de la presidencia. Pudiera ser que alguno hubiera detectado ya, la razón que permite liberar a los truhanes pues se encuentra escrita en la Constitución: “La jueza o juez aplicará las medidas cautelares alternativas a la privación de libertad”.

La Constitución es lo que posibilita a los tunantes de toga abrir las puertas de las prisiones. Y en ese instante procede la reflexión de fondo: debo cambiar semejante barbaridad. ¿Cómo? Y la solución para ayer es poniendo en vigencia la constitución anterior que no permite a los presos salir del lugar donde deben estar: la cárcel.

Porque activar la cooperación internacional y gastar una millonada en armamento y balas, no resuelve el problema de fondo: la impune libertad de narcos y asesinos. Por eso. Y porque nos están matando.

Porque de buenas intenciones …está empedrado el camino al infierno.

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