Viernes, 22 Septiembre 2023
Solsticio…

Solsticio… Destacado

 

Por Melvyn O. Herrera

Asistir el martes 21 de diciembre reciente a un acto conmemorativo del solsticio de invierno, al que acudí con una nostalgia personal por muchos hechos largamente vividos por este contador de historias en ese lugar, los que por el momento no vienen al caso y por el sentimiento que primó en los asistentes, motivaron esta nota, en la que prima el espíritu de los varios brindis que esa noche se hicieron imbuidos del sentimiento dominante en todos los asistentes: la Esperanza.

Ya terminada la verdadera válvula de escape social que constituye el mundial de fútbol, esto nos permite regresar al día a día de nuestro convivir intimo, en nuestro entorno citadino, provincial, nacional y mundial, en todos los que con Esperanza auguramos mejoras que beneficien a quienes somos parte de ellos.

Esa noche simbólicamente brindamos por que no continúen y/o no aumenten las enfermedades ligadas a la pandemia que con una buena política del actual gobierno superamos en nuestro “Ecuador del Alma”, lo que ha permitido -venciendo innúmeros obstáculos de todo orden- rehabilitar la economía nacional, al extremo que se calcula que las ventas globales de la nación, este año superarán los 230 mil millones de dólares, rebasando cálculos y cifras pre pandemia.

Sin taxativamente mencionar los varios conflictos de diversos órdenes que la humanidad padece, se brindó esperando la indispensable paz que permite la creación y disfrute de la constructiva acción del homo sapiens en este planeta. En la mente de cada uno de seguro estuvieron la paz por la innecesaria guerra/agresión de Rusia a Ucrania, los conflictos políticos en nuestra América morena donde sufren pueblos hermanos como Cuba, Venezuela, Nicaragua y últimamente, pese a su campeonato mundial de futbol, también nuestra querida Argentina.

Obviamente sin nombrarlo todos deseamos que aquí, la increíble confrontación/boicot de la inoperante asamblea nacional -con minúsculas- hacia los otros poderes del Estado, termine por el bien de la nación, para recuperar la paz y tranquilidad que nos ha quitado la ahora narco-política, misma que ya fue vaticinada desde hace más de una década por el fallecido pro hombre Francisco Huerta y que G. Lasso con las 8 preguntas planteadas en Consulta Popular de febrero próximo y con el apoyo de USA logrado en este último viaje a ese país -demográficamente un 2do. Ecuador- intentamos recuperar, insisto, para regresar a ser la isla de paz en la que nos jactábamos vivir.

De seguro se quedan muchas otras invocaciones a la Esperanza, imponiéndose por las fechas, sinceramente desearles a todos los generosos lectores la mejor felicidad en sus hogares y que esta sea transmitida a quienes los rodean para que se multiplique y crezca esta cadena virtuosa que debe nacer en cada uno de nosotros, en esta Navidad y en todo el 2023 año que sin lugar a dudas, con lo que estos últimos cortos tiempos hemos logrado, superará este duro pero fructífero que estamos terminando. Amén.

Valora este artículo
(0 votos)