Sábado, 23 Septiembre 2023
La primera ministra y la Navidad

La primera ministra y la Navidad Destacado

 

Por Jorge Gallardo

Lo que se celebra es el nacimiento de Jesús, sin embargo lo que adquiere fuerza inusitada es el movimiento comercial para regalarse, comer y beber abundantemente.

Entre los mismos cristianos se desvaloriza la celebración que reúne hechos extraordinarios: María concibe por “obra y gracia del Espíritu Santo”. José, su esposo, acepta el mandato divino. Jesús, nace en un pesebre, vive humanamente sólo para servir al prójimo, es crucificado y muere “por la salvación del mundo”. No obstante, parece olvidarse todo aquello.

Giorgia Mileni, primera ministra de Italia, sobre tan grandioso evento, nos dice lo siguiente: “Yo hago estupendos árboles de Navidad, soy cinturón negro de árboles de Navidad. Pero este año cambió todo, este año de ‘arborista’ me vuelvo pesebrista. Decidí hacer el pesebre cuando ya no lo hace nadie. Decidí hacer el pesebre cuando en las escuelas dicen que no se lo puede hacer porque se ofende al que cree en otra cultura.

“Y realmente no lo puedo entender y sigo preguntándome: ¿Pero cómo puede un niño que nace en un establo ofenderte? ¿Cómo puede ofenderte una familia que huye para defender a ese niño? ¿Cómo puede ofenderte mi cultura? Porque, que se crea en Dios o no, en este símbolo están resumidos los valores que fundaron mi civilización. Yo creo en el respeto porque me lo enseñó este símbolo; creo en el estado laico porque me lo enseñó este símbolo; creo en la sacralidad de la vida porque me lo enseñó este niño que nace; creo en la solidaridad porque me la enseñó este símbolo. Lo que yo soy está en este símbolo.

“Y yo quiero que mi hija lo sepa. Quiero que Ginevra ( la hija) sepa que la Navidad no es solo regalémonos cosas costosas y comamos todo lo que hay. Yo quiero que Ginevra sepa que en la Navidad nosotros celebramos estos valores, y creo que ustedes también lo deberían explicar a sus hijos. Hagan el pesebre, hagan el pesebre junto a mí. Este año todos juntos tomemos al pastorcito y ¡hagamos la revolución del pesebre!”.

Bueno sería que siempre se tenga presente la opinión esclarecedora de la política italiana. Olvidar sus asertos bien contribuye a un mundo patas arriba.

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