Viernes, 22 Septiembre 2023
Exportaciones e importaciones récord

Exportaciones e importaciones récord Destacado

 

Por Vicente Albornoz

Estamos viviendo una época especial en la que nuestras exportaciones y nuestras importaciones están en niveles récord. En términos generales, eso es muy bueno.

Las exportaciones del Ecuador de los primeros tres trimestres del año llegaron a la altísima suma de $24.900 millones. Nunca hemos exportado tanto en sólo nueve meses; nunca en nuestra historia. El anterior récord fue en el 2014 y no llegó a los $20.000. Lo interesante es que estas exportaciones son tan altas a pesar de que el precio del petróleo no está en un máximo histórico. Las exportaciones no petroleras del 2022 son las que nos llevan al récord, porque las exportaciones petroleras sólo son las quintas más altas de la historia (por un tema de precio, exportamos más petróleo en 2008, 2011, 2012, 2013 y 2014).

Las importaciones también están en niveles históricos y, en los prime-ros tres trimestres del año, llegaron a $22.800 millones. Aquí todo es alto: las importaciones de derivados son las más altas de nuestra historia, al igual que el resto de importaciones (las no petroleras).Lo especial de lo que va de este año es que, a pesar de importar como nunca, a pesar de que las importaciones superan con creces los niveles del pasado, a pesar de todo eso, tenemos una balanza comercial positiva de $2.100 millones (alto, pero no récord).Como siempre, tenemos un déficit “no petrolero”, o sea, si no expor-táramos petróleo ni importáramos derivados, habría un déficit de $1.200 millones, lo cual es pequeño, tanto que es uno de los menores déficits no pe-troleros de las últimas décadas.

La suma de todo esto es muy positiva para el país. El fin y al cabo, exportar no es más que una manera de obtener rasuraos para poder importar. El bien-estar de un pueblo no viene de exportar mucho, sino de poder darse el lujo de importar mucho. Si un europeo se come un camarón ecuatoriano, él estará mejor. Los ecuatorianos estaremos mejor cuando usemos lo pagado por el camarón para comprar trigo, lentejas o teléfonos celulares. Y como la balanza es superavitaria, resulta que es sostenible. Buena cosa.

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