Viernes, 22 Septiembre 2023
El cuento de la Seguridad Social

El cuento de la Seguridad Social Destacado

 

Por Lolo Echeverría

Había una vez un gobierno que decidió facilitar que los empleadores y los trabajadores elijan a sus representantes ante el Consejo Directivo del IESS. Desde que el presidente Correa cuestionó la designación de representantes, el Consejo Directivo, en funciones prorrogadas, ha hecho de su capa un sayo. Durante tres gobiernos, el IESS ha estado en manos del gobierno, el mayor deudor de la institución.

Cuando todo parecía encaminarse positivamente, el gobierno enredó la designación del representante de los trabajadores elegido por las centrales sindicales y apareció otro candidato de otros sindicatos con el apoyo de manos invisibles. En el enredo participaron también la Superintendencia de Bancos, el Ministerio del Trabajo y los jueces con los amparos que están de moda.

Trabajadores y empleadores anunciaron que implementarán mesas de trabajo en defensa de la Seguridad Social, aunque es poco probable que puedan hacer algo; el gobierno se asirá como a un clavo ardiente a Clavijo, el delegado prorrogado, a quien desconocen los trabajadores. Con él hará mayoría el gobierno para continuar el esquema de cambiar dinero por papeles.

El problema de la Seguridad Social no será resuelto por los gobiernos por una razón muy sencilla: al mandatario de turno le interesa el dinero del IESS y sólo se preocupa de sus cuatro años de gobierno, lo que ocurra en los próximos gobiernos no le quitará el sueño.

Los expertos han hecho diagnósticos de todos los males y han sugerido todos los remedios posibles, pero mientras llega alguien que decida aplicar las recetas, continuaremos viendo la corrupción, el incremento constante de personal, la desinversión de los ahorros para completar el pago de salud y jubilaciones; veremos cómo se acerca la hecatombe.

El único remedio sería que empleadores y trabajadores se unan para salvar al IESS con personas sabias y honradas y dejen a un lado al representante del gobierno. Eso no ocurrirá de manera voluntaria, y colorín colorado.

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