Viernes, 22 Septiembre 2023
La trinidad del éxito…

La trinidad del éxito… Destacado

 

El título de esta nota periodística, recomiendo no confundirlo con la dogmática Santísima Trinidad del catolicismo. Ésta es una mundana, pero tan necesaria y de alguna forma diría hasta imprescindible, para llegar al perseguido éxito en la vida y su consecuente felicidad. No recuerdo si la leí y/o escuché en algún tiempo de mi larga vida, pero eso si, la he practicado continuamente y también muchas veces la he difundido periodísticamente; convirtiéndose en otra de mis “cantaletas”, como es la repetida Máxima que -palabras más, palabras menos- aprendí de mi padre: “Somos lo que es la sociedad en la que vivimos o nos rodea”.

Este titular consiste en el justo y aplicado equilibrio de los tres necesarios factores a emplearse en cada una de las decisiones que a diario tomamos, siendo estos los que se producen en: “Cabeza, Corazón y Bolsillo”. Es decir, en la Cabeza, las ideas que surgen en nuestras neuronas con el debido razonamiento; unido esto, al amor, la pasión de nuestro espíritu, que lo atribuimos a nuestro Corazón; finalmente, y tan importante, la inversión del Bolsillo, por lo regular monetaria, que hagamos de acuerdo a lo antedicho, que al final de los finales, se constituye en el medible resultado económico del conjuro que tengan estos tres elementos, cuyo justo equilibrio y/o correspondencia producirán el deseado éxito de lo emprendido, generando de alguna forma lo que debemos proveernos en esta vida, la ansiada felicidad.

En estos tan difíciles tiempos que nos ha tocado vivir, es más que nunca cuando debemos de diversa manera actuar así: Con nuestra Cabeza debemos pensar bien en todo lo que nos imaginemos favorecerá a nuestros propósitos, para ponerle el Corazón, el amor y la pasión necesaria en su buena ejecución, lo que indudablemente deberá ser correspondido con nuestra inversión del Bolsillo, la que, si no es monetaria, es también representada por el irrecuperable y valioso tiempo; conformándose así la “Trinidad del éxito” que estoy pregonando, misma que no es una novedad o descubrimiento, sino que tómenlo como un recordatorio de lo que debe hacerse para llegar al objetivo ya mencionado.

Ahora que todos quienes habitamos en este lindo Ecuador estamos atacados otra vez por una variante del maldito virus, debemos con la Cabeza acatar las normas, la vacunación y disciplina que imparten las autoridades, poniéndo el Corazón y la fe en que todo lo que se dispone, persiguiendo que no nos mate el virus, pero también es para que no nos mate el hambre de la mala economía del Bolsillo vacío, mismo que indefectiblemente se producirá si continuamos sin la salud colectiva. Es en lo que está empeñado y gracias a Dios logrando el actual gobierno.

¡Correspondámosle, poniéndo -al menos en esto- “Cabeza, Corazón y Bolsillo”! ¡Es por nuestro bien!  

 

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