Martes, 30 Mayo 2023
Miles de cusines

Miles de cusines Destacado

 

Por Vicente Albornoz

Cusín es una linda hostería en la provincia de Imbabura. Ahí ha habido, desde fines de los años noventa, varias reuniones en las que se ha juntado a gente de diversas ideologías para que traten de llegar a “consensos”. Qué pena que no ha habido más reuniones de este tipo.

Porque si algo le hace falta al Ecuador es tener acuerdos mínimos de cómo debe funcionar. Y llegar a esos acuerdos es complejo, en un país donde tenemos poco contacto con quienes piensan distinto.

Estimado lector, le pido que haga un ejercicio intelectual: recuerde por quién votó en las últimas elecciones y luego analice cuántas personas conoce que votaron por el otro candidato. Luego piense cuántas veces pudo conversar civilizadamente con esas personas y se va a dar cuenta que fueron muy pocas.

Llevemos el ejercicio más allá: trate de recordar cuántas veces (de las poquísimas en las que conversó con alguien que piensa distinto) usted hizo el esfuerzo por entender al “otro”; cuántas veces trató de comprender por qué el otro piensa diferente y cuántas veces esa otra persona entendió por qué usted piensa distinto.

Haga ese análisis con mucha honestidad y considérese un afortunado si llega a un número mayor a cero.

Porque los ecuatorianos estamos acostumbrados a conversar con gente similar y, en las raras ocasiones en las que conversamos con “otros”, lo único que hacemos es tratar de convencerles de nuestros puntos de vista, y casi nunca tratamos de entender la visión de “ellos”. Y si seguimos así, no vamos a llegar a ningún lado.

Hace algo más de 20 años, en Cusín se reunieron muchos ecuatorianos de diverso origen y de variadas ideologías, y armaron uno de los consensos más útiles en décadas: había que llegar a un acuerdo de paz con el Perú. La vieja tesis de mantener una “herida abierta” ya no tenía sentido y esa paz ha sido el maravilloso fruto de un “acuerdo mínimo”, de un consenso.

A fines de octubre 2021 se volvió a reunir un grupo de gente en Cusín y el tema fue el déficit fiscal. El déficit, el resultado de gastar más de lo que se tiene, es una plaga que ha afectado al Ecuador por casi una década y media y es el responsable de la enorme deuda pública que tenemos. Es también el resultado de una sociedad que no puede ponerse de acuerdo en cómo financiar el gobierno que tenemos o en cómo achicar el gobierno para que se financie con los ingresos disponibles. O en cómo llegar a un punto medio. En resumen, un país sin un consenso sobre ingresos y gastos de aquello que nos es común a todos (el gobierno).

Fue una ocasión extraordinaria para oír a muchos “otros”, a muchos que piensan distinto y para entender por qué piensan distinto. Ojalá hubiera cientos de Cusines con miles de ecuatorianos dialogando.

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