El marchista cuencano aprendió de los errores cometidos hace cuatro años y ha mejorado su preparación para la cita de Tokio.
POR: Felipe Núñez
El 12 de agosto de 2016, Daniel Pintado cruzó la meta del evento de los 20 kilómetros marcha en Rio de Janeiro. Con apenas 21 años, el azuayo había concluido su primera experiencia olímpica. Terminó en la posición 37, pero en su interior sabía que podía haberlo hecho mejor.
“No llegué de la mejor manera a los Juegos de Río. Fui bastante novato y, por la emoción, entrené bastante duro. Llegué con una sobrecarga y tuve una microrrotura en los isquiotibiales”, recuerda el atleta cinco años después.
Por esta razón, Pintado se ha propuesto aprender de sus errores y preparase de otra forma para los Juegos Olímpicos de Tokio, que serán este año. Porque la vida es así, te da segundas oportunidades.
El primer paso fue reunir un equipo multidisciplinario para atender las diferentes necesidades del cuencano. “En marzo logramos consolidar a varios profesionales. Daniel está en buenas manos”, explica Julio Chuqui, su entrenador.
El equipo se compone de un deportólogo, un nutricionista y un fisioterapista. También se ha agregado a un sicólogo, cuyo aporte ya está dando resultados. “Veo que le ha ayudado bastante en la parte mental y en su actitud”, relata el preparador.
Los cambios positivos se han podido evidenciar en las últimas carreras de Pintado. A mediados de marzo, ganó el Campeonato Nacional de Marcha ‘Luis Chocho’, en Macas. Posteriormente, obtuvo la segunda posición en los 10 kilómetros del Grand Prix Richard Boroto, en Guayaquil. Y, en su última competencia, el 7 de mayo, terminó cuarto en la Copa Panamericana de Marcha.
“Estamos contentos con estos resultados, poco a poco vamos mejorando gracias a nuestros entrenamientos”, afirma Pintado.
Entrenar desde casa
El fin de semana del 24 y 25 de abril, Pintado tuvo que quedarse en su casa para acatar el toque de queda decretado por el Gobierno Nacional. Como no podía parar con sus entrenamientos, el marchista desempolvó la caminadora y continúo con su preparación.
Esta experiencia le recordó aquellos meses durante el comienzo de la pandemia, en 2020, cuando tuvo que estar prácticamente todos los días encima de la caminadora. “Ya me llegué a aburrir, estuve quemando la máquina”, recuerda riéndose. “Eran kilometrajes intensos, pero le sacamos el jugo”.
Pintado también aprovechó el confinamiento para terminar con sus estudios como tecnólogo en mercado y comercio electrónico. “Utilicé el tiempo para presentar mi tesis y sacar mi título profesional. Ya estoy graduado”.
La caminadora está guardada otra vez, ya que los deportistas de alto rendimiento obtuvieron permiso para salir durante los fines de semana de mayo. “Él ya puede realizar sus entrenamientos con normalidad. Los entrenadores no hemos recibido ese salvoconducto, pero lo monitoreamos desde nuestras casas”, comenta Chuqui.
El tramo final
Cada vez falta menos para el 5 de agosto, cuando Pintado participará en el evento de los 20 kilómetros marcha, en Sapporo, al norte de Tokio. Al cuencano solo le queda una competencia preparatoria más: el Gran Premio Cantones en La Coruña, España, el 6 de junio.
Mientras, el equipo se ha enfocado en aclimatar a Pintado para las condiciones climatológicas de la capital japonesa. “Como Daniel ha estado toda su vida en la Sierra, es importante que se adapte. Habrá 28° C de temperatura y una humedad del 90%”, informa Chuqui.
El deportista tiene claro qué estrategia utilizará. “Iremos con un perfil bajo, pero dejaremos todo en el asfalto. Quiero terminar en una buena posición, eso me hará orgulloso”.
Con solo 25 años, Pintado y su entrenador saben que después de Tokio habrá muchos más desafíos. “El ser humano es ambicioso, positivo, no le gusta estancarse, y mucho más si es deportista. Solo quedan 3 años para los Juegos de Paris 2024, no podemos perder ese enfoque, estamos concentrados”, dice Chuqui.
Por su parte, Pintado acepta que clasificar a los próximos Juegos Olímpicos será un desafío incluso más grande. “Ha aumentado la calidad de la marcha en el país. Tenemos cuatro o cinco atletas que están bordeando las marcas mínimas para clasificar. Esto me motiva a no descuidarme en los entrenamientos”.
Pintado ha visto el nivel de sus compatriotas en las destacadas participaciones del seleccionado nacional en los Mundiales de Marcha por equipos. El conjunto ecuatoriano fue tercero en la edición de 2016 y cuarto en 2018.
A pesar de que el nivel de la competencia sube, el cuencano no disminuye sus ambiciones y quiere continuar destacándose por muchos años más. “Quiero estar en más eventos olímpicos. Voy a seguir hasta que el cuerpo aguante, como dice la canción. Ya llega París, pero después vienen más”, concluye Pintado.