El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, abordó ante la Asamblea General de las Naciones Unidas las críticas y condenas internacionales que su Gobierno ha enfrentado debido a las decisiones tomadas para combatir la violencia en el país.
Bukele destacó que su administración implementó cambios significativos, como la sustitución del fiscal general y de magistrados de la Corte Suprema de Justicia, y señaló que estas decisiones desencadenaron una serie de ataques sistemáticos por parte de algunos países, medios de comunicación y expertos.
El mandatario salvadoreño expresó su sorpresa por cómo algunas personas y países que previamente no habían condenado la alta tasa de homicidios en El Salvador o no habían exigido mejoras en la seguridad, ahora cuestionaban las decisiones de su Gobierno.
Ante ello, defendió su enfoque en mejorar la seguridad y señaló que su país ha logrado avances significativos en la reducción de la violencia, pasando de ser conocido como "la capital mundial de la muerte" a convertirse en un referente de seguridad en la región.
Bukele también resaltó su compromiso con la autodeterminación de su país y destacó que ningún país tiene el derecho de imponer sus ideas, especialmente si estas no han funcionado en el contexto local. El presidente enfatizó que, a pesar de las críticas, su Gobierno ha reafirmado su derecho a tomar decisiones soberanas y ha buscado construir relaciones con países aliados dispuestos a colaborar en la construcción del futuro de El Salvador.
Acciones
Desde marzo de 2022, el Congreso decretó un régimen de excepción para combatir a las pandillas y que contempla la suspensión de varios derechos constitucionales, como el derecho a la defensa administrativa de las personas detenidas.
Esta medida, que se ha convertido en la principal acción del Gobierno contra las maras, ha dejado a más de 72.600 detenidos, mientras que organizaciones humanitarias dan cuenta de más de 5.000 "víctimas directas" de atropellos a derechos humanos, principalmente por detenciones arbitrarias, y de más de 160 muertes de personas bajo custodia estatal.
Según Bukele, "hoy El Salvador compite con Canadá por ser el país más seguro de todo el continente".