Según un reportaje de Bloomberg, la élite chavista de Venezuela ha llevado a cabo una purga en uno de sus propios círculos íntimos esta semana debido a una lucha de poder y ventas de petróleo impagas. La renuncia de Tareck El Aissami como ministro de Energía del chavismo se produce después de meses de estrecha supervisión por parte de Delcy Rodríguez, la funcionaria más poderosa del régimen después de Nicolás Maduro.
Rodríguez se encargó de rastrear los cargamentos de petróleo no pagados después de que una auditoría interna revelara un agujero negro financiero en la compañía petrolera estatal, la fuente de financiamiento más importante del régimen. La mayoría de los pagos faltantes datan de entre 2020 y 2022, cuando el chavismo buscó nuevos intermediarios para ayudar a sortear las sanciones de Estados Unidos y comerciar, enviar y vender su petróleo.