El Metro de Quito continúa presentando fallas y generando incidentes en su segunda semana de operación comercial. El alcalde electo de la ciudad, Pabel Muñoz, ha anunciado que analizará si continúa o no la prestación del servicio hasta que se resuelvan las falencias. En Notimundo al Día, Fernando Sancho, veedor del Metro, ha saludado el anuncio y ha explicado que las operaciones deben detenerse por el alto riesgo que representa la obra en su estado actual.

Sancho ha señalado que los problemas que se están presentando en el Metro de Quito se deben a que las pruebas no se realizaron de forma adecuada. Ha alertado además sobre el alto riesgo que representa la falta de protocolos para resolver los problemas que se generen. El veedor ha insistido en que continúan las falencias detectadas desde el inicio, como la falta de sistemas de comunicación, protocolos de seguridad y señalización, entre otros.

El veedor ha saludado la voluntad de algunos concejales que entrarán en funciones próximamente para fiscalizar la obra y que las administraciones que han estado a cargo respondan ante la justicia y la ciudadanía. Sancho ha compartido la idea de que la operación comercial debe suspenderse mientras se afinan los detalles y se garantiza la seguridad de los usuarios.

Para Sancho, se debió realizar la denominada 'marcha blanca' para poner a rodar todos los trenes con carga completa durante al menos 60 días. Sin embargo, sin esa fase, ahora el Metro es un sistema de transporte de alto riesgo, ha indicado. Todas estas falencias fueron advertidas durante varios años, ha agregado Sancho, y las autoridades hicieron caso omiso de las recomendaciones. Esto se debe a que el actual gerente general del Metro de Quito, Efraín Bastidas, atropelló los procedimientos desde un inicio, ha concluido el veedor.