Byron Villacis, economista y exdirector del Instituto Nacional de Estadística y Censos (INEC), ha sugerido que el censo poblacional del 2022, cuyos resultados se dieron a conocer el 21 de septiembre de 2023, debería someterse a una auditoría internacional e independiente para evaluar su precisión y confiabilidad.
El economista expresó su preocupación por las denuncias que circulan en las redes sociales, en las que algunas personas afirman no haber sido censadas, a pesar de vivir en zonas urbanas formales. Esto plantea dudas sobre la integridad de la información recopilada en sectores informales y rurales de Ecuador.
Villacis señaló que el censo no se llevó a cabo de la manera adecuada, lo que resultó en una subcobertura y un recuento menor de la población. Además, destacó que el censo tuvo un costo de USD 80 millones, convirtiéndolo en el censo más costoso de Ecuador. A pesar de esta inversión, hubo retrasos y problemas de subcobertura, lo que refuerza la necesidad de una auditoría.
El exdirector del INEC recordó que el bloque CREO en la última Asamblea Nacional solicitó dos auditorías, una administrativa a cargo de la Contraloría y otra estadística, que debería llevarse a cabo con la participación de universidades internacionales para verificar posibles errores técnicos en el proceso.
En cuanto a la supuesta reducción de la población, Villacis señaló que no existen pruebas concretas que respalden este dato, pero advirtió que esto podría afectar los presupuestos para obras públicas, ya que habría menos recursos disponibles para municipios, prefecturas y juntas parroquiales.
En relación con los resultados que afectan a los pueblos montubios, indígenas y afrodescendientes, el economista enfatizó la importancia de llevar a cabo campañas de sensibilización y comunicación antes de realizar el censo para garantizar datos precisos y confiables sobre estas comunidades.
Una auditoría internacional e independiente podría proporcionar claridad sobre la calidad de los datos recopilados en el censo poblacional del 2022 y abordar las preocupaciones sobre su integridad.