Los vándalos de la CONAIE escribieron una noche de terror, fuego y sangre en Puyo, capital de la provincia de Pastaza: queman la Catedral, Cruz Roja, UPC y agencia bancaria.
Una turba se metió, incendió saqueó todo lo que encontró en las oficinas del Banco de Guayaquil en esa ciudad amazónica.
La Unidad policial del Distrito Centro, en Puyo, fue destruida y quemada en su totalidad, al igual que los patrulleros y motocicletas que eran destinados al servicio de la ciudadanía.
La mecha que hizo provocó el polvorín habría sido la muerte de un manifestante. La Policía presume que la persona falleció como consecuencia de la manipulación de un artefacto explosivo. Un comunicado de la Policía Nacional señala que ellos no utilizan material explosivo para el control del orden público.
En cambio, La Confederación de Nacionalidades Indígenas de la Amazonía Ecuatoriana (Cofenaie) responsabilizó directamente a la Policía del hecho, asegura que fue una bomba lacrimógena la que impactó en el rostro del protestante provocando su muerte.
Mientras tanto el diálogo entre el Ejecutivo y la Conaie está ausente. Anoche la dirigencia indígena anunció que el paro nacional lo mantiene hasta tanto el Gobierno responda sus demandas de 10 puntos.
En tanto, el ministro de Gobierno, Francisco Jiménez, dijo: “Quiero hacer pública una vez más nuestra invitación para que este miércoles nos sentemos a dialogar ante el llamado de la sociedad civil y resolvamos esto de una vez por todas, con paz, con voluntad y con seguridad”.
Hasta tanto llegue el diálogo los indígenas en sociedad con los bandidos tratan de incendiar las ciudades del país, y en medio de todos estos afanes golpistas una ciudadanía que se encuentra secuestrada. jtr