A seis años de internamiento preventivo fue sentenciado M. Q. E. F., luego de que Fiscalía comprobara su participación en el delito de terrorismo.

El adolescente fue aprehendido el 9 de enero de 2024, tras haber intervenido en la incineración de un vehículo particular que se encontraba estacionado en los exteriores de la Unidad Educativa Atacames.

El ya sentenciado –en ese momento– estaba en compañía de dos mayores de edad. Ellos también fueron aprehendidos cuando armaban bombas caseras: llenaban unas botellas de vidrio color café con combustible y las sellaban con trapos de tela. Según la investigación, pretendían utilizarlas para someter a la población a través del terror. Ambos también son procesados por Fiscalía (en su respectivo proceso).

Durante la audiencia de juicio, la agente fiscal de la Unidad de Adolescentes Infractores, presentó como pruebas: la reproducción del testimonio anticipado de la víctima, el testimonio de los agentes de Policía que practicaron el reconocimiento del lugar de los hechos y evidencias físicas, de los agentes aprehensores y de los uniformados técnicos antiexplosivos del GIR que cumplieron la orden de destrucción del material combustible, entre otros.

Al finalizar la diligencia, el Juez de la Unidad Especializada en Familia, Mujer, Niñez y Adolescencia de Esmeraldas sentenció al adolescente procesado, con base en lo que establece el Código de la Niñez y Adolescencia (CONA), en concordancia con el artículo 366, inciso 1, del Código Orgánico Integral Penal (COIP), que tipifica el delito de terrorismo.