El abogado constitucionalista y director del postgrado de Derecho de la Universidad Espíritu Santo (UESS), Pablo Alarcón, abordó el tema de corrupción en el sistema de justicia, particularmente en el caso Purga. Expresó su pesar por el hecho de que esta corrupción no sea un tema nuevo, sino más bien un secreto a voces, lo que, según él, agrava la situación.
Se refirió los que todos conocían como «paraderecho», que implicaba tarifarios para la administración de justicia en el Guayas, y cuya práctica «se normalizó», infiltrando el sistema judicial. Señaló que estos actos comprometen la confianza ciudadana, ya que incluso un pequeño grupo de malos funcionarios puede manchar la reputación de todo el sistema.
Sin embargo, Alarcón también destacó la importancia de reconocer el trabajo de los buenos funcionarios, quienes actúan conforme a derecho y de manera transparente en sus funciones. En cuanto a la necesidad de depurar el sistema, mencionó la importancia de evaluar tanto a los jueces como al personal administrativo de la Función Judicial.
Además, resaltó la necesidad de implementar la cultura de la legalidad como política judicial, sugiriendo que los aspectos de la vida privada de los postulantes a jueces deben ser tomados en cuenta. Y es que, a su criterio, no cualquiera puede ser juez dentro de un sistema judicial.
