La delincuencia persiste en la sociedad, evidenciando la complejidad de la situación actual, marcada por el conflicto armado interno y el estado de excepción en vigor.
El pasado 22 de febrero de 2024, se registró un macabro suceso en la Cooperativa Balerio Estacio, en el noroeste de Guayaquil, donde dos trabajadores de obras municipales fueron hallados descuartizados y quemados al interior de la cajuela de un vehículo.
Las autoridades han confirmado que los individuos fueron secuestrados mientras llevaban a cabo tareas de fiscalización de obras para una contratista municipal responsable de la construcción de aceras y bordillos. La brutalidad del crimen ha consternado a la comunidad.
Familiares de las víctimas han denunciado que los perpetradores, aparentemente vinculados al mundo de la delincuencia, exigían la suma de 50,000 dólares como condición para liberar a los trabajadores. Este acto criminal ha generado un llamado urgente a las autoridades para llevar a cabo una investigación exhaustiva y esclarecer estos asesinatos.
«Mi hijo era un ingeniero, no un delincuente», expresó la madre de una de las víctimas, visiblemente afectada por la brutalidad con la que fue perpetrado el crimen. Este caso resalta la vulnerabilidad de los trabajadores que, en el ejercicio de sus labores, se ven expuestos a situaciones de peligro extremo.
Las autoridades competentes han sido instadas a abordar este caso con celeridad y profundidad, garantizando que los responsables sean llevados ante la justicia. La comunidad espera una acción decisiva para frenar la ola de violencia que afecta a la población, incluso en medio de las medidas y estrategias implementadas para contrarrestar la delincuencia.
