La ciudad de Porto Alegre, en Brasil, enfrenta un panorama desolador tras las recientes inundaciones provocadas por la crecida del río Guaíba. El centro urbano, normalmente bullicioso y lleno de vida, ahora muestra escasos viandantes, tiendas cerradas y comerciantes luchando contra pérdidas millonarias y el temor a los robos.
En la primera semana de mayo, las inundaciones ocasionaron un daño económico estimado en 585 millones de reales (cerca de 113 millones de dólares), según informes de la cámara de comercio local. Con el nivel del río nuevamente en aumento y sin expectativas de una rápida normalización, se espera que esta cifra aumente aún más.
En zonas como la calle ‘Praia’, que históricamente miraba hacia el río antes de la expansión de la ciudad, la situación es desgarradora. Las tiendas permanecen cerradas debido a la falta de luz y agua, y los comerciantes enfrentan enormes desafíos para recuperar sus negocios. Juliano Sobrosa, propietario de Kings Moda, describe el impacto devastador en su negocio, con un 80 % de caída en las ventas y la necesidad de improvisar soluciones para resguardar su mercancía.
La comunidad empresarial está desesperada por recuperarse, pero muchas tiendas enfrentan un panorama desolador. Juliano Stiigledel, dueño de una zapatería cercana, relata cómo sus ingresos semanales han caído de manera drástica y teme que la recuperación sea lenta, extendiéndose quizás hasta diciembre.
Además de las pérdidas económicas, los comerciantes se enfrentan al aumento de robos debido a la falta de movimiento y la oscuridad nocturna en las calles. Leonilda Strack, responsable de un edificio comercial inundado, menciona incidentes recientes de robo en su zona, agravando aún más la difícil situación.
Las autoridades federales han anunciado medidas de apoyo, incluyendo la suspensión por tres años del pago de la deuda del estado de Rio Grande do Sul con el Tesoro, liberando así recursos para la reconstrucción de la región. Esta iniciativa busca aliviar la carga financiera sobre el estado y facilitar la recuperación económica en un período crítico tras el desastre natural.
La comunidad empresarial y los residentes de Porto Alegre continúan enfrentando desafíos significativos, pero se mantienen resilientes en la lucha por reconstruir y revitalizar sus negocios y sus vidas después de esta devastadora inundación.
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