Entre ‘el chorro’ y ‘el loco’ hay un empate técnico, eso dicen las encuestas. Nadie se aventura a dar un ganador. Será un balotaje de infarto.
Los argentinos acudirán este domingo 19 para elegir al próximo presidente de la Nación. Será una inédita segunda vuelta desde el regreso a la democracia hace 40 años.
De un lado, el peronismo-kirchnerismo con Sergio Massa, con el apoyo de toda la maquinaria estatal de la vieja casta política enquistada en el poder desde tiempos inmemoriales.
Massa es un político curtido. Ha intentado llegar a la Casa Rosada por la izquierda, por la derecha y por el centro. Es el actual ministro de Economía. Viene de dar la sorpresa en la primera vuelta. Tiene posibilidades de ganar.
En la orilla opuesta, el liberal-libertario Javier Milei que amenaza con cortar la cabeza a ese ser mitológico que tienen los argentinos en su ADN: el peronismo.
Milei no es político. En las primarias pateó el tablero electoral. Tuvo una deslucida participación en la primera vuelta. Ahora cuenta con el apoyo de Mauricio Macri, y de todo aquel que ve al peronismo responsable de su desgracia.
Milei también tiene chance de ganar.
Argentina es única. Es indescifrable.
Sino cómo se explica que el ministro de Economía responsable de una inflación del 140 %, salarios comatosos y una moneda que se hace humo en las manos de los argentinos, pelea la Presidencia.
El octogenario expresidente uruguayo José Mujica, tiene una explicación sabia del por qué Massa ganó en la primera vuelta. Dice que en la Argentina existe un ser mitológico.
«Ese animal existe, es una mitología, es el peronismo», afirma.
En fin. Eso solo pasa en la tierra del tango. El domingo los argentinos optarán entre la pervivencia de ese ser mitológico o Milei, ‘el loco’.
