El año 2024 presenta una serie de desafíos económicos para Ecuador, según señala el análisis del experto Marco Flores. Según sus estimaciones, el actual gobierno requiere al menos 18.000 millones de dólares para cubrir el déficit acumulado de años anteriores y cumplir con los pagos de la deuda externa ya comprometidos.

A pesar de la posibilidad de canjear parte de la deuda antigua por deuda nueva, Ecuador aún enfrenta dificultades para cubrir sus obligaciones financieras, dada la escasez de recursos disponibles. Se estima que el país cerrará el año con un desfase de al menos 5.000 millones de dólares.

Flores destaca que después de siete años de disminución en la inversión pública, reactivarla será una tarea ardua. Esto se ve exacerbado por un crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) que apenas alcanza el 0,5% anual, muy por debajo del nivel necesario para un desarrollo sostenible.

El panorama económico se complica aún más debido a la mínima inversión pública, la falta de inversión extranjera y la estancada inversión interna. Se prevé que la deuda externa del país, actualmente en 84.000 millones de dólares, aumente en al menos 6.149 millones en el transcurso del año.

Ante esta situación, Flores sugiere que el Estado priorice el uso eficiente de sus recursos, destinándolos principalmente a sectores clave como salud, educación, infraestructura pública y seguridad. Sin embargo, advierte que es necesario administrar los recursos con prudencia y hasta donde sea posible.

El experto también resalta la necesidad de abordar la deuda interna del gobierno, que alcanzó los 4.000 millones de dólares al inicio de su mandato, lo que afectó la capacidad operativa de instituciones públicas como Petroecuador.

En resumen, el panorama económico para Ecuador en 2024 presenta desafíos significativos que requerirán una gestión cuidadosa de los recursos disponibles para garantizar la estabilidad financiera y el desarrollo sostenible del país.