La catedrática del IAEN, Johanna Espín, se pronunció sobre el futuro de las cárceles, una vez que termine el estado de excepción y los militares salgan de los centros penitenciarios. Al respecto, resaltó que muchas de las crisis carcelarias están relaciones con la fragilidad histórica del Sistema Nacional de Atención Integral a Personas Privadas de Libertad (SNAI).
Es así como no considera correcto que el control de las prisiones sea devuelto al SNAI de manera inmediata, ya que la institución necesita una reestructuración profunda que llevará tiempo. Aunque los militares han logrado recuperar el control en algunos centros carcelarios, la experta enfatizó la necesidad de una entrega progresiva y coordinada de responsabilidades. Además, subrayó la importancia de reformas legales y voluntad política para fortalecer el SNAI y garantizar su capacidad de gestionar adecuadamente las cárceles.
Por otro lado, abogó por una política criminal integral que no solo se centre en el control de la delincuencia, sino también en la prevención y la rehabilitación. Propuso ajustar las políticas penitenciarias al Plan Nacional de Desarrollo y las políticas sectoriales para abordar de manera más efectiva los desafíos del sistema carcelario ecuatoriano.
En cuanto a soluciones, enfatizó que simplemente aumentar la capacidad carcelaria no es suficiente; se requiere un enfoque integral que aborde la reinserción social y la reducción del ingreso a las cárceles, así como una mayor transparencia y control para combatir la corrupción en el sistema penitenciario.
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