De Marilyn Monroe a Marlene Dietrich: los trucos de belleza más extraños del viejo Hollywood

Mar 3, 2024

Adentrarse en los misterios de la belleza del antiguo Hollywood es sumergirse en un mundo de extravagancia y glamour, donde leyendas de la pantalla plateada como Marlene Dietrich, Rita Hayworth, Marilyn Monroe y Joan Crawford buscaban la perfección a cualquier costo. Desde las icónicas hasta las menos conocidas, cada estrella dejó una huella única en la búsqueda perpetua del atractivo.

En el siglo XX, la belleza hollywoodense ocultaba métodos estéticos poco convencionales que, si bien algunos hoy podrían parecer impensables, muchos otros se han convertido en tendencias. Aunque muchas personas rechazarían algunas de estas prácticas, el deseo de alcanzar la perfección se ha arraigado en el pensamiento colectivo de las nuevas generaciones, impulsado en gran medida por las redes sociales.

A través de estas excentricidades, el antiguo Hollywood revela un fascinante caleidoscopio de técnicas y rituales, donde la belleza era un arte en constante evolución.

Polvo de oro en las pelucas de Marlene Dietrich

Marlene Dietrich, símbolo del glamour de la época dorada de Hollywood, destacaba no solo por su singular belleza sino también por su audaz elección de complementos. Según el libro «Max Factor: The Man Who Changed the Faces of the World», Dietrich insistía en que le espolvorearan oro comprimido sobre sus pelucas para un brillo especial en la pantalla, un detalle que no solo realzaba su apariencia sino que subrayaba su estatus como una de las figuras más glamurosas de los años 30.

Colgarse boca abajo como Fannie Ward

Fannie Ward, la icónica actriz del cine mudo, optaba por una rutina poco convencional para preservar su juventud: colgarse boca abajo durante treinta minutos al día. La actriz atribuía su «eterna juventud» a este método, que estimulaba el flujo sanguíneo hacia su rostro, revitalizando su piel y desafiando los rumores de cirugías plásticas.

Bajar la velocidad al conducir según Howard Hughes

El magnate Howard Hughes, obsesionado con la preservación de la belleza femenina, instruía a sus choferes reducir la velocidad al cruzar lomas de burro, alegando que esto ayudaría a prevenir la caída de los senos. Esta peculiar creencia, parte de las excentricidades de Hughes, reflejaba su lucha contra el trastorno obsesivo-compulsivo.

Tratamiento electrolítico de Rita Hayworth

La estrella Rita Hayworth, pionera del glamour en la década de 1940, se sometió a un tratamiento electrolítico para modificar la línea de su cabello y parecer «menos étnica», siguiendo los estereotipos de la época. Este proceso, hoy polémico, revela las presiones estéticas de la industria cinematográfica.

Golpearse la mandíbula y la sal en skincare según Ida Lupino

La actriz y directora Ida Lupino compartía su secreto de belleza: mezclar sal de mesa con crema limpiadora para un cutis revitalizado. También recomendaba golpearse la mandíbula para lograr un mentón firme y juvenil.

Pegarse cinta adhesiva para evitar arrugas por Selena Royle

Selena Royle, otra figura de Hollywood en los años 40, aconsejaba el uso de cinta adhesiva entre las cejas para prevenir líneas de expresión y arrugas, una táctica incorporada en las actividades diarias.

Dar 20 aspas de molino como Frances Starr

La actriz Frances Starr adoptaba una rutina única de bienestar, realizando 20 giros completos cada noche para mantener su energía y vitalidad. Este régimen, junto con una dieta equilibrada y la jardinería, reflejaba su compromiso con un estilo de vida saludable.

Separar pestañas con imperdibles como Audrey Hepburn

Audrey Hepburn, icono de elegancia, lograba su mirada expresiva mediante la separación meticulosa de cada pestaña con un alfiler, un método laborioso pero eficaz, según su maquillador Alberto de Rossi.

Cinco labiales para el tono perfecto de Marilyn Monroe

Marilyn Monroe, símbolo de sensualidad, aplicaba cinco tonos de labiales para crear volumen y dimensión en sus labios, una técnica innovadora que, aunque laboriosa, resaltaba su belleza única.

Limpiarse los ojos con ácido bórico de Joan Crawford

Joan Crawford confesó lavar sus ojos con una solución de ácido bórico y agua fría para obtener una mirada brillante, un secreto macabro que destacó su dedicación a destacar en la pantalla.

Estas excentricidades del antiguo Hollywood revelan que la búsqueda de la perfección ha sido una constante a lo largo de la historia, donde el glamour y la estética han llevado a las estrellas a adoptar prácticas sorprendentes en su afán de deslumbrar en la pantalla.


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