Este año marca una década de desaceleración económica para Ecuador, caracterizada por la inseguridad, la pandemia y crisis políticas que han frenado el crecimiento nacional. En un reciente panel de Políticamente Correcto, expertos abordaron los desafíos y posibles soluciones ante esta situación.
José Hidalgo, director ejecutivo de CORDES, destacó que el ecuatoriano ha experimentado un deterioro en su calidad de vida durante la última década, con un crecimiento promedio del PIB de apenas 0,5% entre 2015 y 2019. Hidalgo también señaló que el alto riesgo país limita la capacidad de Ecuador para adquirir préstamos, resultando en tasas de interés de hasta 15% con sus acreedores.
En cuanto a la deuda, Ecuador acumula $1.500 millones adicionales en atrasos este año, sumados a los $4.500 millones arrastrados desde 2023.
Lucía Calderón, presidenta de la Cámara de la Economía Popular y Solidaria, resaltó el papel crucial de las MIPYMES en la economía ecuatoriana, generando el 78% de los empleos y el 94% de las ventas. Sin embargo, la pandemia y la inseguridad han paralizado el emprendimiento, contribuyendo a un aumento del desempleo al 4,2% en 2024. Calderón instó al Gobierno a comenzar el pago de $900 millones a los proveedores del Estado.
Por otro lado, Nelsón Baldeón, consultor en geopolítica económico-energética, advirtió sobre la parálisis de la inversión energética en el país, con cerca de $11.000 millones estancados en el Ministerio de Energía. La crisis de gabinete en este sector ha ahuyentado nuevas inversiones, mientras que la eliminación del subsidio a los combustibles para grandes sectores económicos se presenta como una posible solución.
En resumen, los panelistas destacaron la urgencia de abordar los desafíos económicos de Ecuador, desde la deuda y el riesgo país hasta la necesidad de impulsar la inversión y el emprendimiento para estimular el crecimiento económico en el país.
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